SEÑOR, TÚ ERES MI SUFICIENCIA
“No os ha sobrevenido ninguna tentación que no sea humana; pero fiel es Dios, que no os dejará ser tentados más de lo que podéis resistir, sino que dará también juntamente con la tentación la salida, para que podáis soportar” (1 Corintios 10:13).
Pablo está escribiendo a los corintios, dándoles seguridad. “¿Están a punto de caer? ¿Sienten que no pueden continuar? Bueno, anímense porque tengo una buena palabra para ustedes. Mucha gente ha pasado por las mismas tentaciones que ustedes están experimentando, ¡pero no han sido vencidos!” ¿Por qué? Porque Dios es fiel y él provee una salida.
¡Dios es fiel! Quienes te rodean pueden no ser fieles; de hecho, yo no soy fiel en mis propias fuerzas. Pero Jesús vive en nosotros y la justicia de Dios está obrando en nuestras vidas. Cuando te encuentras con Jesús, la simiente de Dios vive en ti. La sangre del Cordero sacrificado en la cruz te da energía y tu cuerpo, mente, corazón y alma son transformados. Jesús captura tu corazón y te transforma, convirtiéndote en una nueva creación.
¡Dios proveerá la salida! Nuestra cultura ofrece muchas formas de escapar, pero la Palabra de Dios dice que Jesús es la salida. ¡Dios proveerá! Recuerda a Abraham cuando subió a la montaña para ofrecer a su propio hijo como sacrificio. Él iba en sus propias fuerzas, pero Dios lo detuvo y le dijo: “No tu propia carne, Abraham. Yo proveeré un sacrificio para ti” (ver Génesis 22:12-13).
No importa lo que estés enfrentando hoy, tú puedes confiar en que Dios te proveerá una salida, una vía de escape. Míralo a él y confiesa: “Señor, tú eres mi suficiencia. Por tu gracia puedo vencer cada tentación en mi vida: la depresión, el miedo, la ira, la lujuria, cualquier poder de oscuridad que venga contra mí”.