Siendo una Luz en un Mundo Oscuro
En su epístola a Tito, Pablo nos dejó poderosas instrucciones con respecto a la Gran Comisión de Cristo de predicar el evangelio. Él acababa de abandonar la isla de Creta, donde había enfrentado persecución; y cuando partió para evangelizar en otras ciudades, dejó atrás a Tito y algunos otros líderes.
Creta era una ciudad malvada, saturada de sensualidad; y los corazones de estos jóvenes líderes les decían que se fueran. Pero Pablo les indicó que se quedaran, y les explicó que era por buenas razones: “Por esta causa te dejé en Creta” (Tito 1:5). Luego enfatizó el trabajo necesario y práctico de la salvación en la vida diaria de los ancianos y de la congregación.
El dilema en Creta es paralelo al nuestro hoy. Estados Unidos ha visto una gran descenso en la fe religiosa en las últimas décadas; de hecho, la transformación de nuestra nación ha sido dramática. Ya no somos una sociedad cristiana que se ha movido al secularismo, sino una sociedad secular que se está moviendo rápidamente hacia el paganismo.
Estos jóvenes líderes en Creta habían ido allí para levantar una iglesia, nombrar ancianos y establecer una presencia cristiana, todo lo cual lograron, pero sólo con gran dificultad. Pablo los entrenó y reconoció sus dificultades: “Uno de ellos, su propio profeta, dijo: Los cretenses, siempre mentirosos, malas bestias, glotones ociosos” (Tito 1:12). ¿Por qué Pablo los dejaría en una cultura tan oscura y malvada? Para mostrar la vida y la luz de Jesucristo.
Dios siempre tiene un pueblo remanente en una cultura oscurecida. Incluso en el peor de los casos, él continuamente levanta un testimonio de luz en medio de la oscuridad. Como Jesús dice, debemos ser sal, un agente que preserva la vida en un ambiente en descomposición. “Vosotros sois la sal de la tierra; pero si la sal se desvaneciere, ¿con qué será salada? No sirve más para nada, sino para ser echada fuera y hollada por los hombres” (Mateo 5:13).
Somos los que Dios ha designado para ser luces en un lugar y tiempo oscuros. Es posible que tú no desees vivir en una cultura llena de pecado como la de Estados Unidos o criar a tus hijos en una sociedad que se enfurece cada vez más contra Dios, pero Jesús tiene un diseño para tu vida en este momento y lugar. Estás aquí ahora con un propósito divino: mostrar la gloria de Dios a esta generación.