Suena la trompeta en Sion

Tocad la trompeta en Sion, y dad alarma en mi santo monte; tiemblen todos los moradores de la tierra, porque viene el da de Jehov, porque esta cercano (Joel 2:1).

O Sion, santo pueblo de Dios, despierta al sonido de la trompeta, porque el da del Seor esta cerca, y nuestro Rey viene en gloria con Sus ejrcitos para establecer Su reino.

O santos durmientes del Dios Altsimo, sacdanse, y quiten la maldad de sus obras, y pnganse toda la armadura de Dios, porque los enemigos de Dios han determinado hacer guerra contra el Seor y Sus santos. Da de tinieblas y de oscuridad, da de nube y de sombra; un pueblo grande y fuerte; semejante a el no lo hubo jams, ni despus de el lo habr en aos de muchas generaciones. Delante de el consumir fuego Delante de el temern los pueblos; se pondrn plidos todos los semblantes. (Joel 2:2-6)

Sion, no has escuchado Delante de el temblara la tierra, se estremecern los cielos; el sol y la luna se oscurecern, y las estrellas retraern su resplandor? (Joel 2:10).

Viendo entonces que muy pronto los mismos elementos se van a derretir con calor ferviente, Por qu es que el pueblo del Seor se recuesta en camas cmodas, comiendo y bebiendo y gozndose? Es que no has odo, O Sion, el sonar de la trompeta? Estas tan ciega por la prosperidad, tan ensordecida por las lujurias y cuidados del mundo que no puedes or? Puedes acaso discernir los tiempos, no reconoces que el da del Seor esta a las puertas? Es este un tiempo de comodidad, para dedicar todo tu tiempo y energa a tus propios intereses? Pasaras das sin fin y no buscaras Su rostro, seguirs olvidando a Aquel que te saco de la esclavitud? Descuidaras Su Palabra, Su casa, Su habitacin secreta? Te consolars diciendo: El no viene! El juicio no se acerca! Me relajare, disfrutare mi vida y los placeres, y voy a estar con El cuando termine de darme mis propios deseos?

El Espritu dice: Suena la trompeta en Sion y llama a mi pueblo convertos a mi con todo vuestro corazn, con ayuno y lloro y lamento. Rasgad vuestro corazn, y no vuestros vestidos, y convertos a Jehov vuestro Dios; porque misericordioso es y clemente, tardo para la ira y grande en misericordia, y que se duele del castigo. Quin sabe si volver y se arrepentir y dejara bendicin tras de el (Joel 2:12-14). Aun ahora el esta poniendo una seal en la frente a los hombres que gimen y que claman a causa de todas las abominaciones que se hacen en medio de ella. (Ezequiel 9:4).

Tocad la trompeta en Sion, proclamad ayuno, convocad asamblea. Reunid al pueblo, santificad la reunin, juntad a los ancianos, congregad a los nios, salga de su cmara el novio, y de su tlamo la novia. (Joel 2:15, 16).

Dnde estn los sacerdotes del Seor que deben estar gimiendo entre el prtico y el altar? Dnde estn esos profetas que fueron despertados y quienes claman a gran voz, Perdona, O Jehov a tu pueblo? (Joel 2:17). Los sacerdotes estn dormidos! Nadie hay que invoque tu nombre, que se despierte para apoyarse en ti; por lo cual escondiste de nosotros tu rostro, y nos dejaste marchitar en poder de nuestras maldades. (Isaas 64:7). Ya Cristo el Novio sali de Su cmara celestial, y va camino a encontrarse con Su novia. Y aun ahora el Espritu llama a la novia para que se despierte y salga a encontrarse con El, a quien ama su alma. No deberan los pastores estar sobre sus rostros ante Dios, llorando, confesando sus pecados y los del pueblo de Dios? No deberan los pastores del Seor estar animando a la novia? Dios mo, cuan ciegos se han puesto tus pastores! Mientras los ejrcitos de Satans se alinean para hacer guerra en el cielo, mientras los ejrcitos y carros de Dios marchan en rango al conflicto final, los pastores juegan. Hijo de hombre, profetiza contra los pastores de Israel; profetiza, y di a los pastores: As ha dicho Jehov el Seor: Ay de los pastores de Israel, que se apacientan a si mismos! No apacientan los pastores a los rebaos? Comis la grosura, y os vests de la lana; la engordada degollis, mas no apacentis a las ovejas. (Ezequiel 34:2-3).

Se voltean sobre sus camas suaves, alimentndose con la grosura de las ovejas. Renen a sus ovejas masculinas y los llevan al campo de pelota. Salen a cazar y pescar, pero no por hombres. Les encanta las fiestas, socializar, relajarse ante sus dolos. Y andan errantes por falta de pastor, y son presa de todas las fieras del campo, y se han dispersado. Anduvieron perdidas mis ovejas por todos los montes, y en todo collado alto; y en toda la faz de la tierra fueron esparcidas mis ovejas, y no hubo quien las buscase, ni quien preguntase por ellas. (Ezequiel 34:5-6).

O pastores ciegos de Sin, fuiste llamado a reunir el pueblo de Dios a asamblea solemne no a diversiones y juegos necios? Hijo de hombre, profetiza, y di: As ha dicho Jehov el Seor: Di: la espada, la espada esta afilada, y tambin pulida. Para degollar vctimas esta afilada, pulida esta para que relumbre. Hemos de alegrarnos? (Ezequiel 21:9-10). Fuiste mandado por el Seor de los ejrcitos a que pongas tu rostro a tierra en humildad, quebrantamiento y arrepentimiento. Te lamentas, O hombre de Dios? Estn avergonzados O labradores de Sin? Despierten bebedores de vino, porque el enemigo se ha levantado sobre la tierra y no lo supiste! Se escuchara Voz de aullido de pastores, porque su magnificencia es asolada (su gloria fue contaminada) (Zacaras 11:3).

La via esta desolada, la semilla se pudre debajo del terrn; la oruga se comi el campo; y nadie llora! Cada hombre mira por sus propios intereses, el amor de muchos se enfra; y el gozo se esta marchitando en los hijos de Dios. Es porque no hay pastor en el plpito que este alarmado; ninguno que ha escuchado el sonido de la trompeta de Sin; ninguno que se ha purificado de toda iniquidad y quien proclame el da del Seor con poder! Sus profetas son livianos, hombres prevaricadores; sus sacerdotes contaminaron el santuario, falsearon la ley. (Sofonas 3:4).

El pudo sanar el desliz de las naciones si los pastores del Seor estuvieran despiertos y velando. Pero los ojos del atalaya estn pesados por el sueno, y los sacerdotes se niegan llamar su nombre con poder. Su ira pudo alejarse, si hubiera ministros en la casa del Seor que estuvieran sobre sus rostros, clamando al cielo para que perdone y sane al pueblo.

Por qu los hijos abandonan los caminos del Seor? Por qu los jvenes se acomodan con la hija de Babilonia y corren con los malos? Por qu estn tan enojados, tan faltos de fe, tan establecidos en los caminos mundanos? Es porque no hay palabra clara y solemne desde los plpitos de la tierra. Ministros, abrumados con sus propias dudas y pecados, se ponen ante los poderes de las tinieblas, acobardados, porque han perdido su autoridad espiritual.

Aun queda en la tierra un remanente santo de pastores fieles. Ellos gimen por el rebao; se entristecen por los pecados del pueblo de Dios; han regresado al Seor con todas sus fuerzas pero, son unos pocos despreciados. Muchos profetas se han convertido en bolsas de aire, y al pueblo de Dios les gusta as.

La congregacin de Sin esta podrida! El da del Seor esta a las puertas; la tierra esta perpleja; hay desolacin y destruccin que amenaza en todo lado pero, el pueblo del Seor no lo toma en serio. La iglesia esta en el valle de decisin; el Espritu ha salido a despertar y mover a los durmientes pero, no hay temor de Dios ante sus ojos. Juicio que se aproxima? No hasta que vean el final de su serie de televisin. No hasta que los ltimos posos de placer sean exprimidos. No hasta que la vida fcil se acabe y se marchite. No hasta que todos los deseos carnales y ambiciones se cumplan. No nos interrumpas, O Dios, parece que estn diciendo: porque la venida del Seor o juicio repentino nos negara todo lo que nuestros corazones desean.

O, pueblo deslizado de Sin, es que nunca regresaras al Seor con todo tu corazn y quitaras los adulterios, fornicaciones y locuras de placer?

Nuestro Rey viene a Sin a gobernar con vara de hierro. Si Su pueblo no se humilla, confiesa y deja sus pecados, El vendr repentinamente a Su templo y ejecutara juicio. Misericordia y gracia sobre todos aquellos que lo coronan Seor y Rey. Paz, descanso y gozo a aquellos que le buscan con todo su corazn, mente, alma y fuerza. Pastos verdes, aguas vivientes, restauracin a todo el pueblo de Dios que se vuelve a El de todo lo mundano: sus maneras, sus cosas, su espritu, y su seduccin. Como reconoce su rebao el pastor el da que esta en medio de sus ovejas esparcidas, as reconocer mis ovejas, y las librare de todos los lugares en que fueron esparcidas el da del nublado y de la oscuridad. En buenos pastos las apacentare, y en los altos montes de Israel estar su aprisco; all dormirn en buen redil, y en pastos suculentos ser apacentadas sobre los montes de Israel. (Ezequiel 34:12, 14).

Pero juicio rpido y tristeza sobre todos los que tapan sus odos y cierran su mente al sonar de la trompeta en Sin! El derrocara a los seductores de la humanidad. El derrocara a los hipcritas y los de fro corazn. A los tibios El escupir de Su boca. El entregara a Satans a todos los que guardan la verdad en injusticia. El entregara a una mente reprobada a todos aquellos que conocieron a Dios pero no le glorificaron como Dios, sino que se hicieron necios engredos quienes adoran a lo creado mas que al Creador. El derrocara a los pastores perezosos quienes se alimentan a si mismos y no al rebao. Por tanto, O pastores, od palabra de Jehov: Vivo yo, ha dicho Jehov el Seor, que por cuanto mi rebao fue para ser robado, y mis ovejas fueron para ser presa de todas las fieras del campo, sin pastor; ni mis pastores buscaron mis ovejas, sino que los pastores se apacentaron a si mismos, y no apacentaron mis ovejas; por tanto, o pastores, od palabra de Jehov. As ha dicho Jehov el Seor: He aqu, yo estoy contra los pastores; y demandare mis ovejas de su mano, y les har dejar de apacentar las ovejas; ni los pastores se apacentarn mas a si mismos, pues yo librare a mis ovejas de sus bocas, y no les sern mas por comida. (Ezequiel 34:7-10). El derrocara a todo aquel que cambio la verdad de Dios a una mentira. Es el da de lanzamiento de pavor! Millones que se burlaron del sonido de la trompeta y que siguieron con sus necedades y apata sern entregados a la ira venidera. El sol y la luna se oscurecern, y las estrellas retraern su resplandor. Y Jehov rugir desde Sin, y dar su voz desde Jerusaln, y temblaran los cielos y la tierra; pero Jehov ser la esperanza de su pueblo, y la fortaleza de los hijos de Israel. (Joel 3:15-16).

Y vendr el Redentor a Sin, y a los que se volvieren de la iniquidad en Jacob, dice Jehov. (Isaas 59:20). Levntate, resplandece; porque ha venido tu luz, y la gloria de Jehov ha nacido sobre ti. (Isaas 60:1). Tinieblas cubrirn la tierra, y tremenda oscuridad sobre el pueblo; pero el Seor se levantara sobre ti y Su gloria estar sobre ti. El pueblo del Seor, la novia vencedora, levantara sus ojos y cantara, Nuestro Rey viene. El viene a salvarnos! Viene a alimentarnos! Viene a llevarnos a la abundancia de Su ciudad santa!

Y los vencedores fluirn juntos; sern uno y se manifestaran al mundo como el cuerpo de Cristo sobre la tierra. Pero el cuerpo pronto se unir a su Cabeza. La cabeza de este cuerpo glorioso es el Redentor de Sin, y El aparecer de repente en Su templo para sentarse sobre Su trono. Los corazones de aquellos que ansian Su venida, no temern. Ellos mostraran sus alabanzas hasta que El llegue. Ellos le adoraran hasta el momento de resurreccin. Sus das de lloro terminaran. La gloria del Seor siempre estar sobre ellos y mientras ven el da aproximndose, sus corazones saltaran de alegra. Cuando El se abra paso por las nubes oscuras de juicio, el remanente redimido gritara poderosamente porque repentinamente aparecern ante Su gloriosa presencia; miraran amorosamente sobre Su majestuoso rostro; y caern ante El con cnticos y con regocijo, proclamando, Soportamos por el gozo que nos esperaba! Este es nuestro gozo! Cristo, Rey de Gloria! Hosanna a Aquel quien nos saco de grandes juicios, quien nos preservo en el fuego, quien nos redimi con mano poderosa y exaltada.

Donde una vez hubo temor de la muerte y destruccin, ahora solo habr la excelencia de Su gozo eterno. El plantara nuestros pies en una tierra gloriosa, y El mismo ser nuestro santuario. No ms odio, no ms dolor ni carga, no ms inquietud o preocupacin por el maana - porque estaremos en casa con El! Beberemos la leche del cielo y comeremos la comida de ngeles. No miraremos hacia atrs, los temores y premoniciones se irn para siempre.

Por qu le tenemos temor a la muerte? Por qu aguantamos esta vida pasajera con tanta tenacidad? Por qu sentimos pavor del salto a la eternidad? Quin intercambiara la ciudad de oro y los placeres eternos de Su reino por una existencia miserable, podrida y corrupta aqu en la tierra?

No nos dijo nuestro Seor que El es la resurreccin y la vida? Y que cualquiera que vive y cree en El no morir, sino que tendr vida eternal? Esa vida eternal debe ser disfrutada ahora mismo! El Seor quiere llevar a Su remanente vencedor al PODER DE UNA VIDA INTERMINABLE.

Es mayor que el poder Pentecostal. Mayor que el poder para sanar a los enfermos, echar fuera demonios, y hacer grandes obras. Es mayor que el poder de testificar, y aun mayor que el poder de resucitar los muertos. Pronto, muy pronto esos poderes no se necesitaran porque un mundo nuevo nacer. Un mundo viene donde no hay medida limitada del Espritu. No habr necesidad de echar fuera demonios, de sanar enfermos, o levantar a los muertos. No se necesitaran personas que testifiquen, entonces. Es un mundo eterno donde la vida eterna fluye interminablemente en todo aquellos que son redimidos. Solo podemos especular como ser estar en el poder y gloria plena de vida eterna.

Dios quiere llevar a Su santo remanente dentro del poder de la vida eterna, aun ahora. No quiere decir que no moriremos, sino que nos hemos apropiado tanto del poder de la vida eterna en esta vida que habr un cortar pleno y completo de este mundo y sus derechos. Dios quiere un pueblo libre, un remanente totalmente distanciado de todo lo que es mundano y pertenezca al tiempo. Es posible moverse al reino de resurreccin que nos pone ms all del tiempo, ms all del pensar del mundo, ms all de las ataduras de la salud, seguridad y la muerte misma.

Hay libertad cuando nos apropiamos del poder de la vida interminable. Vivir con un ojo puesto en la eternidad, fijo en el trono de Dios, es vivir sin temor de lo que el hombre pueda hacerle a este cuerpo humano. Vivir en una mentalidad resucitada es aguantar ligeramente todo lo que esta y es del mundo.

Es Jesucristo ms importante para Su pueblo que la vida misma? Si O si El es para nosotros la vida eterna! Dilo en alta voz, O santos de Dios; dselo al mundo, a la carne y al diablo: Nunca morir! Yo no le pertenezco a este mundo perdido y moribundo! Yo soy aun ahora, en Cristo, un ser eterno. Mi espritu vivir por siempre con El, y El me dar un cuerpo nuevo y glorioso en Su misma imagen! No es este el poder mas grande que Dios pueda darle a la humanidad hacerle un ser eterno, un alma que nunca muere que vivir por siempre en Su presencia? La vida que yo tendr en la eternidad aun ahora fluye en m desde el trono de Dios. Tengo la seguridad de esa herencia ahora mismo.

Puedo mirar sobre este viejo mundo maldecido por el pecado y regocijarme, O mundo de maldad y habitacin de demonios - No tienes derechos ni garras sobre mi! He sido libertado de tu poder. Aun la tumba en tu polvo no me puede aprisionar. Aun ahora estoy dotado desde lo alto con vida interminable, la vida de Dios que no tiene principio ni fin!

Echa mano de la vida eterna remanente vencedor! La vida que vives en la carne no es ms que un vapor que pronto desaparecer y se ir. La vida fluye desde el mismo trono de Dios, y tambin es un fruto que los redimidos comern por siempre del rbol de vida. Pero Dios quiere revelarnos que es posible comer de ese fruto ahora, en el Espritu, por fe. Que gozo inexpresable estar escondidos con El en la habitacin secreta, y por horas tomar de esa fuente de vida eterna y comer del fruto del rbol de vida. Puedes salir de esa recamara de oracin en lugares celestiales en Cristo Jess desde ahora. El mundo pierde su atractivo; el corazn pierde la costumbre de cosas que una vez aprecio. Los afectos y las ansias son transformados al reino celestial, al reino de resurreccin.

El remanente vencedor tendr hambre y sed incrementadas en los das finales antes de la destruccin. El Espritu Santo va a crear un deseo abrumante por santidad, pureza y revelacin en el corazn de la novia de Cristo. Aqu y all, a travs de la tierra, el hambre y la sed del justo sern notables. Tomaran lugar separaciones radicales del mundo y todos sus dolos y placeres. El clamor es por un espritu de sabidura y revelacin en el conocimiento de Cristo. Las cosas materiales estn perdiendo su valor para esta novia. Sus corazones estn siendo atrados por el Espritu a una vida de oracin y quebrantamiento ante el trono. Deseos egostas, planes de inters propio son abandonados, ahora todo lo que importa es la voluntad perfecta de Dios. El reino humano de xito, ambicin, y promocin recibi un golpe mortal, y la gloria de Dios se ha convertido en la supremaca. Se escucha el sonido de adoracin y el entrenamiento de Cristo y el rendimiento de Su seoro.

En estos ltimos das antes del holocausto, el bendito Salvador esta preparando un banquete de cosas buenas, no los elementos mendigos de este mundo y el materialismo necio que es buscado por los faltos de discernimiento, sino las bendiciones y gozos del cielo mismo. El remanente vencedor puede enfrentar cualquier horno de fuego con corazones completamente satisfechos y en reposados.

Suena la TROMPETA EN SION Dios tiene un remanente asegurado, lavado en la Sangre de Cristo, vestidos con ropas sin manchas, separados al Rey de Gloria, con lmparas ardientes en alto, saliendo a encontrarse con el Novio en el poder de la vida interminable!

Salid de ella, pueblo mo, para que no seis participes de sus pecados, ni recibis parte de sus plagas (Apocalipsis 18:4).

Salgan de las iglesias durmientes y moribundas. Salgan de los cultos a la codicia y prosperidad. Salgan de las congregaciones tibias y sociables quienes han perdido la gloria del Seor. Salgan de los templos liberales, de compromiso y cargados de pecado. Salgan de la iglesia Catlica adoradora de Maria. Salgan de cualquiera y toda iglesia y grupos donde no hay fuego del Espritu Santo, donde no hay conviccin que golpee, donde no hay hambre por santidad. Salgan de las iglesias legalistas donde predican salvacin por obras. Huid de en medio de Babilonia, y librad cada uno su vida, para que no perezcis a causa de su maldad; porque el tiempo es de venganza de Jehov; le dar su pago. Copa de oro fue Babilonia en la mano de Jehov, que embriago a toda la tierra; de su vino bebieron los pueblos; se aturdieron, por tanto, las naciones. En un momento cayo Babilonia, y se despedazo; gemid sobre ella; tomad blsamo para su dolor, quiz sane (Jeremas 51:6-8).

Salgan de las enseanzas que anima la lujuria por el dinero, fama y xito. Salgan de todas las instituciones religiosas centradas en el hombre que estn doblemente muertas y sacadas de raz. Salid de en medio de ella, pueblo mo, y salvad cada uno su vida del ardor de la ira de Jehov. (51:45).

Salgan y abandonen a los falsos profetas cuyos ojos estn en el oro y la gloria. Salgan y abandonen a cualquier ministerio o evangelista que te acomoda en Sion y quien consuela a los cristianos con seguridad falsa. Apartaos, apartaos, salid de ah, no toquis cosa inmunda; salid de en medio de ella; purificaos los que llevaas los utensilios de Jehov. (Isaas 52:11).

porque sus pecados han llegado hasta el cielo, y Dios se ha acordado de sus maldades. (Apocalipsis 18:5). Los pecados de quien? Los pecados de la iglesia tibia y deslizada y los pecados en general de una nacin cuya copa de iniquidad esta llena. Como nos atrevemos a creer que Dios no ha visto nuestra maldad incurable! Los hombres de Nnive y Sodoma gritan por justicia. Ellos son nuestros acusadores. Nnive se arrepinti con un sermn Amrica ha rechazado una avalancha de llamados y advertencias evangelsticos. Sodoma no tuvo evangelio; no tuvo ejrcitos de predicadores; ni tampoco estuvieron inundadas sus ondas del aire con juicios inminentes. Como lo fue con Sodoma, con Nnive, como lo fue con Jerusaln y Jud, nuestros pecados han alcanzado el cielo y Dios ha impuesto sus juicios. Todos se han ido, y ahora nosotros estamos ante Su juicio.

Quin despertara, atender al llamado del Seor a salir y separarse, y limpiarse de todas las iniquidades de la iglesia y la sociedad? No hagas como Israel y pienses que los das del juicio estn lejanos. Hijo de hombre, he aqu que los de la casa de Israel dicen: La visin que este ve es para de aqu a muchos das, para lejanos tiempos profetiza este. Diles, por tanto: As ha dicho Jehov el Seor: No se tardara mas ninguna de mis palabras, sino que la palabra que yo hable se cumplir, dice Jehov el Seor. (Ezequiel 12:27-28).

Sion ser rescatada con juicio, y los convertidos de ella con justicia. Y el fuerte ser como estopa, y lo que hizo como centella; y ambos sern encendidos juntamente, y no habr quien apague. (Isaas 1:27, 31).

Regocjate y canta, O moradora de Sion; porque grande es en medio de ti el Santo de Israel (Isaas 12:6). Fortaleced las manos cansadas, afirmad las rodillas endebles. Decid a los de corazn apocado: Esforzaos, no temis; he aqu que vuestro Dios viene con retribucin, con pago; Dios mismo vendr, y os salvara. Y habr all calzada y camino, y ser llamado Camino de Santidad; no pasara inmundo por el, sino que el mismo estar con ellos; el que anduviere en este camino, por torpe que sea, no se extraviara. No habr all len, ni fiera subir por el, ni all se hallara, para que caminen los redimidos. Y los redimidos de Jehov volvern, y vendrn a Sion con alegra; y gozo perpetuo ser sobre sus cabezas; y tendrn gozo y alegra, y huirn la tristeza y el gemido. (Isaas 35:3-4; 8-10).

Voz que deca: da voces. Y yo respond: Qu tengo que decir a voces? Que toda carne es hierba, y toda su gloria como flor del campo. La hierba se seca, y la flor se marchita, porque el viento de Jehov soplo en ella; ciertamente como hierba es el pueblo. Secase la hierba, marchitase la flor; mas la palabra del Dios nuestro permanece para siempre. Sbete sobre un monte alto, anunciadora de Sion; levanta fuertemente tu voz, anunciadora de Jerusaln; levntala, no temas; di a las ciudades de Jud: Ved aqu al Dios vuestro! He aqu que Jehov el Seor vendr con poder, y su brazo seorear; he aqu que su recompensa viene con el, y su paga delante de su rostro. Como pastor apacentara su rebano; en su brazo llevara los corderos, y en su seno los llevara; pastoreara suavemente a las recin paridas. (Isaas 40:6-11).

Ciertamente consolara Jehov a Sion; consolar todas sus soledades, y cambiara su desierto en paraso, y su soledad en huerto de Jehov; se hallara en ella alegra y gozo, alabanza y voces de canto. Cercana esta mi justicia, ha salido mi salvacin, y mis brazos juzgaran a los pueblos; a mi me esperan los de la costa, y en mi brazo ponen su esperanza. Alzad a los cielos vuestros ojos, y mirad abajo a la tierra; porque los cielos sern deshechos como humo, y la tierra se envejecer como ropa de vestir, y de la misma manera perecern sus moradores; pero mi salvacin ser para siempre, mi justicia no perecer. (Isaas 51:3, 5-6).

Cuan hermosos son sobre los montes los pies del que trae alegres nuevas, del que anuncia la paz, del que trae nuevas del bien, del que publica salvacin, del que dice a Sion: Tu Dios reina! (Isaas 52:7).

El Espritu de Jehov el Seor esta sobre mi, porque me ungi Jehov; me ha enviado a predicar buenas nuevas a los abatidos, a vendar a los quebrantados de corazn, a publica libertad a los cautivos, y a los presos apertura de la crcel; a proclamar el ao de la buena voluntad de Jehov, y el da de venganza del Dios nuestro; a consolar a todos los enlutados; a ordenar que a los afligidos de Sion se les de gloria en lugar de ceniza, leo de gozo en lugar de luto, manto de alegra en lugar del espritu angustiado; y sern llamados rboles de justicia, planto de Jehov, para gloria suya. (Isaas 61:1-3).

Alzad bandera en Sion, huid, no os detengis; porque yo hago venir mal del norte, y quebrantamiento grande. (Jeremas 4:6).

Y Jehov rugir desde Sin, y dar su voz desde Jerusaln, y temblaran los cielos y la tierra; pero Jehov ser la esperanza de su pueblo, y la fortaleza de los hijos de Israel. (Joel 3:16).

Mas en el monte de Sin habr un remanente que se salve; y ser santo, y la casa de Jacob recuperara sus posesiones. (Abdas 1:17).

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