TODO LO QUE IMPORTA ES LA PRESENCIA DE DIOS
El Antiguo Testamento está lleno de muchos relatos de las bendiciones que recibieron aquellos que tenían la presencia de Dios con ellos. Estas historias están destinadas a alentarnos y exhortarnos a buscar la presencia de Dios en nuestras vidas.
La presencia de Dios fue tan evidente en la vida de Abraham que incluso los paganos a su alrededor reconocieron la diferencia entre sus vidas y la de él: “Habló Abimelec … a Abraham, diciendo: Dios está contigo en todo cuanto haces” (Génesis 21:22). Este rey pagano estaba diciendo: “Abraham, hay algo diferente en ti. ¡Dios te guía y te bendice dondequiera que vayas!”
Dios le prometió a Josué que ningún enemigo le podría hacer frente, mientras la presencia de Dios estuviera con él: “Nadie te podrá hacer frente en todos los días de tu vida … no te dejaré, ni te desampararé. Esfuérzate y sé valiente” (Josué 1:5-6). Cuando el Espíritu de Dios está presente en nosotros, podemos ser fuertes y valientes, porque ningún enemigo puede dañarnos.
Dios le dijo a Gedeón: “Jehová está contigo, varón esforzado y valiente ... Ve con esta tu fuerza, y salvarás a Israel” (Jueces 6:12, 14). Dios estaba diciendo: “Gedeón, hay una fuerza en ti que es tan poderosa que puede salvar a Israel. Y esa fuerza es mi presencia”. Aunque Gedeón carecía de valentía, Dios quería demostrarle que cualquier persona puede hacer grandes cosas cuando la presencia del Señor está con ella.
Dios le advirtió a Jeremías que toda la nación se volvería contra él y rechazaría sus profecías. Sin embargo, Dios prometió: “Pelearán contra ti, pero no te vencerán; porque yo estoy contigo para guardarte y para defenderte” (Jeremías 15:20). Dios está diciendo: “No importa si todo el país se vuelve contra ti, Jeremías. Todo lo que importa es que mi presencia esté contigo. ¡Ten confianza en ello!”
Búscalo con todo tu corazón y anhela su presencia en tu vida diaria. Entonces experimentarás la increíble gloria de Dios.