Tomando la Toalla

En Juan 13 encontramos un famoso pasaje, en el cual Jess tom una toalla y una cubeta y lav los pies de Sus discpulos. l les dijo:

"Pues si yo, el Seor y el Maestro, he lavado vuestros pies, vosotros tambin debis lavaros los pies los unos a los otros" (Juan 13:14).

Algunos Cristianos devotos toman este verso literalmente. Han hecho su costumbre el tener servicios de "lavamiento de pies". Esto es de mucho mrito - no obstante, si permanece solamente como un rito, el verdadero significado del lavamiento de pies se ha perdido.

Despus que Jess lav los pies a los discpulos, l se puso de nuevo Su manto, se sent y les pregunto, "Sabis lo qu os he hecho?" En otras palabras: "Han entendido el significado espiritual del lavamiento de pies?"

Yo creo que esta pregunta del Seor es tambin para nosotros hoy en da. Desde luego, algo muy poderoso y profundo estaba tomando lugar; Cristo estaba enseando a Su iglesia una de sus lecciones ms importantes. Pero, entendemos nosotros la profundidad de lo qu Jess hizo al lavar los pies de los discpulos?

Jess no estaba instituyendo una ordenanza a ser llevada a lo largo del tiempo en la iglesia, tales como la santa cena o el bautismo en agua. Si eso fuese a si, l lo hubiera instituido al principio del entrenamiento de los discpulos. Y l mismo se hubiese sometido al lavamiento de pies, as como l lo hizo con el bautismo en agua. He estudiado detenidamente mis comentarios bblicos para ver lo que los padres de la iglesia han dicho sobre esta escena. Casi sin excepcin, escribieron que su importancia es el ejemplo de la humildad de Jess. l tom el lugar inferior para ensearnos cmo ser humildes. Sin embargo, yo creo que esta interpretacin pasa por alto enteramente el significado de este pasaje. Despus de todo, Jess ya haba dado un ejemplo de humildad al tomar la forma humana - poniendo aparte Su gloria y viniendo a la tierra como un siervo.

No, este pasaje nos dice mucho ms que eso! Yo creo que Jess nos estaba dando un ejemplo del tipo de manifestacin fsica que l mas desea - el de "tomar la toalla"!

Hoy, cuando hablamos de manifestaciones, pensamos de personas en los servicios de la iglesia que caen al suelo. Para muchos, esa clase de manifestacin parece extraa. No obstante, cuando se estudia la Palabra de Dios, se aprende que Jess habl bastante de inusuales manifestaciones fsicas.

Jess no habl de caer al suelo. Pero l s habl de caer al suelo y morir - para dar frutos! l habl de la manifestacin de tomar una cruz - de cortar una mano ofensora, de arrancar un ojo ofensivo, y de ir una extra milla.

Pero de todas las manifestaciones una de las ms inusuales que Cristo habl es de Su llamado de tomar la toalla. A lo largo de mis aos en el ministerio, muchas personas me han preguntado, "Por qu no nos lavamos los pies en la iglesia, como Jess nos llamaba hacerlo? l dijo,'Si Yo lo hago, vosotros debis hacerlo, tambin.'"

Usualmente contesto, "lo que Jess esta hablando, es primordialmente una cosa espiritual, y no solamente fsica." Pero aunque yo deca esto, yo no tena un concepto del significado espiritual del lavamiento de pies.

Nosotros escudriamos sobre ciertas verdades en la Biblia porque no comprendemos su significado - y por muchos aos hemos perdido el poder de estos pasajes. Por ejemplo, la Escritura nos dice:

"...por amor nos servimos unos a otros" (Glatas 5:13).

Y:

"(Sujetados) los uno a los otros en el temor de Dios" (Efesios 5:21).

Cuntos realmente sabemos lo qu significa el servirnos unos a otros en amor? Y cmo debemos de sujetarnos los unos a los otros en el temor de Dios? Es fcil comprender cmo una esposa debe de someterse a la autoridad espiritual de un esposo santificado. Y lo mismo es verdad para los hijos de someterse a los padres sanfiticados. Pero, en qu formas prcticas servimos y nos sometemos los unos a los otros en la casa de Dios?

Yo creo que si entendemos lo qu Jess hizo cuando lav los pies de Sus discpulos, entenderemos estos conceptos de servicio y sumisin. Usted ve, sirviendo unos a otros en amor y sometindonos los unos a los otros en el temor santo significa mucho ms que tomar rdenes o ser responsable ante una autoridad ms alta. Ms bien, estas verdades gloriosas se abren nicamente dentro de un contexto de "tomar la toalla."

Recientemente mientras oraba, el Espritu Santo me di tres palabras para abrir mi entendimiento del significado de tomar la toalla. Las tres palabras son suciedad, consolacin y unidad. Yo creo que al examinar estas palabras, el Espritu Santo nos revelar Su verdad:

Los discpulos eran doce hombres amados de Dios, preciosos a Sus ojos, llenos de amor por Su Hijo, de corazn puro, en completa comunin con Jess. Pero ellos tenan suciedad en sus pies!

Jess, en esencia, estaba diciendo a estos hombres, "Sus corazones y manos estn limpias, pero sus pies no lo estn. Ellos han obtenido suciedad en su diario caminar conmigo. No necesitan lavar el cuerpo entero, solamente los pies."

La suciedad mencionada aqu por Jess no tienen nada que ver con la suciedad natural. Se trata completamente acerca del pecado - nuestras fallas y fracasos, nuestro dar a las tentaciones. Y no importa cuan polvosos y sucios eran los caminos en la antigua Jerusaln, no ha habido edad ms sucia como la nuestra!

Me pregunto cuntas personas que ahora mismo leen este mensaje tienen alguna suciedad pegada en ellos. Quizs esta semana pasada cay en una tentacin o fracaso a Dios en alguna forma. No es que le ha dado la espalda al Seor. Al contrario amas ms al Salvador con ms pasin que antes. Pero cay, y ahora est afligido, porque sus pies estn sucios!

La Escritura nos dice:

"Hermanos, si alguno fuere sorprendido en alguna falta, vosotros que sois espirituales, restauradle con espritu de mansedumbre, considerndote a ti mismo, no sea que tu tambin seas tentado"(Glatas 6:1).

La palabra Griega para falta significa aqu "cada, pecado, transgresin." Nosotros estamos para restaurar a cada Cristiano que cae en pecado, si es que hay un corazn arrepentido.

Y el lavamiento de pies, en su ms profundo significado espiritual, tiene que ver con nuestra actitud acerca de la suciedad que nosotros vemos en nuestro hermano o hermana. Entonces, les pregunto: Qu hacen cuando estn cara a cara con alguien que ha cado en pecado o transgresin?

Lo que hagas con la suciedad de su hermano o hermana tiene que ver Con el ministerio que Jess describe como "tomar la toalla." Est totalmente relacionado con lo que sirve a otros en el amor y con el sometimiento a otros en el temor de Dios.

Djenme decirlo claramente: Los cristianos pueden ser muy crueles! De hecho, los creyentes frecuentemente son ms viciosos y destructivos que los malvados en las calles. Y Jess saba eso. l saba cmo nosotros reaccionamos al ver la suciedad sobre otra persona - cmo nos ponemos en actitud de ms santidad que otros, juzgando, criticando e infamando. De hecho, los Cristianos carnales se deleitan en ver la suciedad de otros. Pero el divulgar la suciedad de su hermano es el pecado ms sucio de todos!

En estas semanas recientes he estado tratando de alentar a un joven pastor que renunci de su iglesia despus de confesar una transgresin moral. Este amado hombre ama al Seor. Tiene un buen corazn por las personas y por la Palabra de Dios. Pero sus pies se ensuciaron! El est totalmente arrepentido.

Cuando o acerca de su cada y su renuncia, el Espritu Santo me instruy a ponerme inmediatamente en contacto con l. Yo sabia que este joven pastor segua siendo un hombre bueno. No haba llegado a ser malo de repente. Su corazn no estaba endurecido por su pecado.

Sus mejores amigos lo desampararon. Esos quienes proclamaban amarle ahora lo ignoran, como si tuviese una enfermedad infecciosa. Para completar, los lderes de su denominacin le demandaron hacer un video de su confesin - dando cada vvido detalle de su transgresin.

Llam a este amado hermano - y tom una toalla conmigo. Dej un mensaje en su contestador automtico, diciendo: "Hermano, quiero que sepas que te amo. Dios no ha terminado contigo. Si tienes un corazn arrepentido, el Seor te restaurar. Y yo voy a estar contigo!"

Amado, tomar una toalla es una actitud, un compromiso. Significa hacer todo lo que esta a nuestro alcance para limpiar la suciedad de los pies de nuestro hermano. Significa decir, "Yo estoy comprometido a ayudarte a limpiar la suciedad - para restaurar tu reputacin, tu familia - hacer todo para mantenerte vivo en Cristo!"

Un amigo de este pastor me llam ms tarde. El dijo, "David, no sabes lo qu tu llamada telefnica signific para mi amigo - cuan bendecido, alentado y consolado estaba. Ninguna otra persona se haba acercado a l. Tus palabras le dieron nueva esperanza."

La Escritura claramente afirma que cuando un hermano o hermana ha sido tomado(a) en pecado, nosotros debemos restaurar a esa persona - servirle en amor, sometindonos a esa persona en el temor de Dios. No obstante, queda la pregunta, cmo hacemos eso?

Nosotros estamos para tomar la toalla del perdn de Dios e ir al que est lastimado. En el amor especial de Jess, tenemos que someter todas nuestras inclinaciones humanas de ignorarlo, juzgarlo, exponerlo, sermonearlo y de encontrar fallas en l - y en vez, debemos de comprometernos a ser su amigo. Estamos para ayudar a lavar sus pecados en compartir la correccin, sanidad, lavamiento, de la Palabra consoladora de Dios.

Esto no es pasar por alto o contemplar el pecado. Ni llamar lo malo bueno. Nosotros estamos hablando de santos cados quienes tienen corazones arrepentidos que an estn sin esperanza. Ellos saben que han ofendido al Seor - y viven con temor, culpabilidad, y rechazo.

Es algo enteramente diferente con esos quienes han sido advertidos dos o tres veces y que an persisten en su pecado. La Biblia dice que debemos severamente reprender a tales creyentes en pblico a modo de que otros teman a Dios. Frecuentemente ellos deben de ponerse fuera de comunin por una temporada, hasta que demuestren tristeza santa. Pero esos quienes reconocen su pecado - quienes lo confiesan y lo abandonan - estn en necesidad de alguien que les traiga la toalla de perdn, para traerles limpieza y sanidad.

Hace algunos pocos aos, un pastor asociado de una iglesia muy grande me llam llorando. Me dijo, "Hermano David, no puedo mantener mi cabeza en alto, estoy muy quebrantado." Me describi el dolor que experiment cuando su hija adolescente quedo embarazada fuera del matrimonio. El pastor principal de la iglesia demand que este pastor asociado fuera ante la congregacin y les dijera lo qu su hija haba hecho.

Este amado hombre hizo as - y destruy a su hija. Rompi el corazn de la familia. Pero la congregacin se revolc en todos los detalles del pecado de la pobre adolescente muchacha.

Luego, un ao despus, la adolescente hija del pastor principal qued embarazada. Pero esta vez, el pastor principal hizo todo en cuanto estaba en su poder para cubrirlo.

Dios tenga misericordia de nosotros- porque destruimos a personas que tienen sus pies sucios! Cundo iremos a aprender de una vez por todas a tomar la toalla de misericordia - a someternos a limpiar y restaurar, en vez de tirar tierra al viento y destruir almas preciosas?

Sabe lo que es estar descalzo y tener que caminar en el lodo? La suciedad que se pega en los pies puede ser verdaderamente de mucha molestia. Se siente mucho mejor cuando los pies son lavados y limpiados.

Cuando Jess lav la suciedad de los pies de Sus discpulos, ellos fueron consolados. Pero, espiritualmente hablando, Jess estaba enseando el reposo de tener las transgresiones quitadas!

En 1 Corintios 5, leemos de un hombre en la iglesia que cay en terrible pecado de incesto. Evidentemente el hombre no se haba arrepentido, y Pablo se dirigi a la iglesia para entregarlo a Satans para muerte de la carne (eso es, la salvacin de su espritu). Pablo no estaba diciendo que el hombre estaba perdido y que ira al infierno. No - l solamente quera aislarlo de la comunin y de ser dado a los ataques de Satans, para que l regresara a sus sentidos y fuera conducido al arrepentimiento.

Luego, en 2 Corintios 2, Pablo se dio cuenta que el mismo hombre se haba arrepentido y que la iglesia lo haba perdonado. Satans lo haba llevado a la desesperacin, y la lujuria en su carne haba sido destruida. El hombre haba regresado arrepentido. Y ahora Pablo escribe a los Corintios:

"... Al contrario, vosotros mas bien debis perdonarle y consolarle, para que no sea consumido de demasiada tristeza. Por lo cual os ruego que confirmis el amor para con el"(2 Corintios 2:7-8).

Pablo supo que este hombre estaba absolutamente abrumado con tristeza y dolor. Los miembros de la iglesia haban visto su quebrantamiento y humildad, y se llenaron de un espritu de perdn. Lo animaron, fueron nobles de corazn hacia l y le lavaron sus pies. Ahora l estaba limpio - y estaba siendo restaurado para el cuerpo de Jesucristo. Qu escena tan maravillosa!

Hay muchos Cristianos hoy en da que estn en la misma condicin como este hombre, despus de ser tomados por un pecado. Se dicen a s mismos, "Yo he reprochado a mi Salvador. Traje vergenza a Su nombre!" No obstante, lo qu ellos experimentan no es nada comparado a lo qu 2 Corintios describe.

Quiero mostrarle un pasaje de un libro que recib recientemente. Fue escrito por la hija de un pastor quien fue tomado en pecado hace varios aos. Y por todos esos aos la familia ha soportado un infierno de pesadillas. Escribe:

"...(La prensa) nos sigui a nuestros hogares. Recibimos llamadas telefnicas de famosos peridicos sensacionalistas y de chismografa ofrecindonos sumas grandes de dinero por la historia. Finalmente conseguimos sacar a Pap fuera de la casa hacia un restaurante, solamente para encontrarnos como tema de conversacin. Fue horrible."

"Pero el Reverendo----- nunca estaba avergonzado de identificarse con nosotros. Pap literalmente se sentaba por el telfono a espera la llamada de ese hombre. Estaba superado con culpa y vergenza... Pap se haba hundido en depresin... Personas a quienes dio tanto de l fueron los que duramente se volvieron contra l."

"Nuevos rumores se extendan diariamente. Ministros se escriban el uno al otro, extendiendo esos rumores... Slo unos cuantos probaron verdad mostrando amor cristiano y restauracin, llamndonos y recordndonos en sus oraciones."

Yo conozco al hombre al cual esta hija describe. Es un hombre dedicado a Dios, un buen padre y un cuidadoso pastor. Su corazn todava esta pasionalmente enamorado de Jess. De hecho, ha sido restaurado y esta pastoreando una iglesia en crecimiento.

Pueden imaginarse cmo se sinti todos esos aos? Todo el mundo al que el ministr por aos se volvi contra l - incluyendo a esos que el se gan para Cristo! El estaba devastado, abrumado de dolor. A un punto su hija sugiri a su esposo que sacaran el arma fuera de la casa del hombre, temiendo que en su depresin el pudiera ser superado por pensamientos de suicidio.

Este desesperado hombre solitario esperaba por el telfono una llamada de su fiel amigo pastor. El compasivo amigo ministro fue la nica persona dispuesta a traer una toalla a su amigo - un pequeo consuelo, una palabra de aliento, un momento breve de risa.

Puede usted culpar al pastor desalentado, en querer simplemente un poco de alivio por tantos aos de dolor infligido por el pueblo de Dios y otros ministros?

Tan pronto un poltico anuncia correr a un cargo cuando la prensa lo caracteriza en habladura, escarbando su vida pasada solamente para encontrar algo de suciedad. Y cuando le encuentran algo, lo ponen a travs de los titulares, para que toda Amrica se revuelque en tal.

Amrica se ha vuelto loca con calumnias! La Televisin esta llena de programas de habladuras con chismes, exposiciones, burlas. El malvado toma sus emociones para destruir a la gente, familias, y buenas reputaciones. Y la suciedad ms horrible, es lo que a la gente ms le gusta.

Pero esta clase de cosas no toman lugar en la casa de Dios. La iglesia debe de ser diferente. Debe de ser una casa de limpieza!

Los Gentiles en feso honraban al pueblo de Dios en llamarlos "Crestianos," que significa, buenos "corazones." Ellos haban visto el buen corazn de estos creyentes hacia otros.

"Antes sed benignos unos con otros, misericordiosos, perdonndoos unos a otros, como Dios tambin os perdono a vosotros en Cristo" (Efesios 4:32).

Si desea ser de buen corazn tome la toalla para restaurar a un hermano o hermana - no necesita saber los detalles de cmo esa persona se ensucio. Jess no les pregunto a Sus discpulos, "Como es que ustedes tienen los pies tan sucios?" l quiso solamente realizar su limpieza - en sacar la suciedad de ellos. Su amor hacia ellos era incondicional.

Asimismo, esos quienes caminan en la plenitud de Jesucristo deben tambin tener esta actitud de amor hacia esos con pies sucios. No estamos para pedir detalles. En vez, estamos para decir, "Hagamos algo sobre la suciedad!"

Pero frecuentemente, este no es el caso. Muchos Cristianos quieren saber todos los detalles sangrientos. Llegan a un creyente quien tiene los pies sucios, diciendo, "Yo quiero lavar tus pies. Pero, dime - que sucedi? Como te ensuciaste tanto?"

Luego, a lo largo de la historia de fracaso, el curioso consolador se da cuenta, "Oh - esto es peor de lo que pensaba. Yo no puedo envolverme en esto. Yo no puedo con eso." Y despus de dos minutos de detalles, l llega al fin de su diminuto perdn humano. Juzga a la persona como muy mala, ms all de la ayuda - y escoge ignorarlo. l tira su toalla y se va por su camino.

Amado, no pueden lavar pies en vestiduras de juez! Tienen que quitarse su ropa de santidad - su actitud de ser mas santo que otro antes de poder hacer cualquier limpieza. Al igual que Jess, deben de poner aparte su vestidura de afuera y ceirse con amor. Afuera con toda justificacin propia - todo orgullo, todos los pensamientos del no poder ponerse tan bajo! Tienen que tener una actitud que diga, "No me importa lo qu hayas hecho. Si estas arrepentido y quieres escuchar la Palabra de Dios, yo ser bondadoso y de buen corazn para ti!"

Todava se preguntan, qu pasa si la persona sucia ante usted es un Judas alguien que lo ha traicionado? Mi respuesta hacia usted es, Judas estuvo en la sala con los otros discpulos, y Jess tambin lavo sus pies. Cristo se rebaj para limpiar la suciedad de Judas, a pesar de que Satans haba puesto ya traicin en su corazn.

Desde luego, los Judas modernos de nuestros das pueden ser salvos por la Cruz. Frecuentemente pensamos que algunos pecadores, tales como homosexuales o lesbianas, estn desafortunadamente perdidos. pensamos que ellos no pueden ser liberados. No obstante, Pablo dice de ellos:

"No sabes que los injustos no heredan el reino de Dios? No erris; ni los fornicarios, ni los idlatras, ni los adlteros, ni los que se hechan con varones, ni los ladrones, ni los avaros, ni los borrachos, ni los maldicientes, ni los estafadores, heredaran el reino de Dios."

"Y esto erais algunos; mas ya habis sido lavados, ya habis sido santificados, ya habis sido justificados en el nombre del Seor Jess, y por el Espritu de nuestro Dios" (1 Corintios 6:9-11).

As ramos algunos de nosotros - pero nuestros pies fueron lavados por Jess! Yo les pregunto, si Jess esta dispuesto a justificar a todos los pecadores, por qu no estamos dispuestos a lavar los pies de esos pecadores? Pablo nos dice que tenemos que ser amables y pacientes con toda las personas:

"Porque el siervo del Seor no debe ser contencioso, sino amable para con todos, apto para ensear, sufrido; que con mansedumbre corrija a los que se oponen, por si quiz Dios les conceda que se arrepientan para conocer la verdad, y escapen del lazo del diablo, en que estn cautivos a la voluntad de l" (2 Timoteo 2:24-26).

Pablo esta diciendo, "Tu tienes que ser de amable corazn con todos, a estar dispuestos a lavar sus pies. Dios pueda que tenga misericordia de ellos - y librarlos de su pecado!"

Hasta ahora nuestra iglesia ha dedicado casi treinta semanas orando por un avivamiento en la Ciudad de Nueva York. No importa cunto una iglesia ore; Dios no plantar nuevos creyentes si en ese lugar ellos tendrn que luchar entre un montn de jueces Cristianos, que solo piensan en s mismos.

Ustedes ven, cada nuevo creyente va a ensuciarse los pies antes de ser establecido en la fe. Y l necesitar personas que estn dispuestas a ir a l rpidamente a lavarle sus pies y restaurarlo. El avivamiento verdadero refleja este espritu de bondad - un espritu que este dispuesto a tomar la toalla para limpiar y restaurar a creyentes sucios!

Yo creo que cuando Jess lav los pies de los discpulos, l estaba enseando una leccin profunda sobre como obtener unidad de compaerismo en el cuerpo de Cristo.

Al Jess acercarse a Pedro para lavar sus pies, el discpulo se inclino hacia atrs.

"...Y pedro le dijo: Seor, tu me lavas los pies?" (Juan 13:6).

Pedro le pregunta asombrado, Seor, t me vas a lavar mis pies, lo aras? Nunca, nunca!"

Jess contest,

"...Si no te lavar, no tendrs parte conmigo" (verso 8).

Jess estaba diciendo, en esencia, "Pedro, si lavo tus pies, tendremos terrenos preciosos para el compaerismo, una base para la verdadera unidad." As mismo, ningn pastor puede traer unidad a una iglesia simplemente implementando programas o por su ardiente predicacin. No - la unidad viene del tomar la toalla!

Despus que Jess lav los pies de Sus discpulos, l les pregunto, "Comprenden ustedes lo qu Yo he hecho?" Si ellos verdaderamente hubieran entendido la importancia espiritual de lo qu l acababa de hacer - de sacar la mancha y culpabilidad de su pecado - habra producido en ellos gratitud.

Ahora yo les pregunto: Qu fue lo que Jess hizo cuando l le limpi? l lavo todas sus fallas y culpabilidad - l limpi los ltimos remanentes de pecado - y le hizo completamente limpio. l puso gratitud, agradecimiento, regocijo en su alma. l lo llen de amor para l para que lo siguiera dondequiera y hiciera todo por l. Todo lo que usted quera era tener una comunin con l, por lo qu l hizo por usted.

Amado, ese es el secreto de la unidad! Cuando usted toma la toalla de perdn a un hermano adolorido, lo abrasa y lo anima en su dolor - en el sometimiento del temor santo, lavando sus sentimientos de inutilidad, angustia y desesperacin, dndole amor y cuidado.

No obstante, qu es lo que ha hecho al lavar los pies de esa persona? Usted ha construido un fundamento firme para la verdadera unidad y gloriosa comunin. Usted es uno por su experiencia comn - que es, ser lavado por el agua de la Palabra!

Hablando de gratitud - ese Cristiano ser su amigo por toda la vida! l lo defender, lo amara, har cualquier cosa por usted. l le dir, "Tu estuviste conmigo en mis duros momentos. Y ahora no dejar que nadie te haga dao!"

Pueden imaginarse una iglesia llena de tales personas de cuidado - que rehsan escuchar una palabra de suciedad de otros; que se duelen cuando otros se duelen; que se renen alrededor de cada hermana o hermano desesperado, quebrantado, con una palabra de amor y esperanza? Es por eso que movimos nuestro ministerio a la Ciudad de Nueva York - para levantar un remanente santo, que est dispuesto a construir un fundamento de unidad fuerte de consoladores, - personas que lleven la toalla en sus manos!

Pueden preguntarse, "Pero cmo encuentro a personas cuyos pies necesitan ser lavados?" Mi respuesta es, "De la misma forma que usted los encontr cuando hablaba de ellos!"

Ahora, cuando escuche cualquier cosa negativa sobre alguien, solamente pregunte, "De quien estn hablando? Nombre solamente, por favor!" Luego vaya rpidamente a esa persona lastimada con su toalla de misericordia y comience a lavar sus pies! Dgale al cado, "Yo me preocupo por ti - quiero orar por ti - pero no necesito saber ningn detalle. Yo simplemente quiero que sepas que todava te amo - y voy a estar a tu lado!"

Este mensaje es para m como lo es para ustedes. Yo recientemente he llegado a este conocimiento de lo qu el lavamiento de pies realmente significa. Y, por la gracia de Dios, yo tomar la toalla de misericordia juntamente con otros y buscar a esos que estn lastimados cuyos pies necesitan ser limpiados.

Jess dijo,

" Pues si yo, el Seor y el Maestro, he lavado vuestros pies, vosotros tambin debis lavar los pies los unos a los otros... Si sabis estas cosas, bienaventurados seris, si las hiciereis" (Juan 13:14,17).

Ahora que sabemos estas cosas, como Jess dijo, podemos hacerlas. Yo les pregunto: Estn dispuestos a hacerlas? Estn preparados para tomar la toalla en amor?

Aleluya!

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