Tu Propósito Particular Dado por Dios
“Acuérdense de los líderes que les enseñaron la palabra de Dios. Piensen en [consideren, imitan, reproduzcan] todo lo bueno que haya resultado [el fruto, el ejemplo, el producto] de su vida y sigan el ejemplo de su fe. Jesucristo es el mismo ayer, hoy y siempre” (Hebreos 13:7-8, NTV).
Este pasaje afirma que el pueblo de Dios (nuestros hijos, familias, amigos y cada alma preciosa que nuestro Señor puso en nuestro camino) debe poder mirar nuestra fe y confianza en Dios a través de cada prueba y tormenta, en nuestros valores más profundos, pasión, reacciones, decisiones y verdaderas prioridades y, literalmente, imitar nuestra fe. Este principio inmutable y notable significa que mi vida debe convertirse en un testimonio, un anuncio y una prueba irrefutable de que Jesucristo es el mismo ayer, hoy y siempre. Dios quiere que mi fe y mi confianza en él supliquen a todos los que miran mi vida y están tentados a alejarse, a creer que Dios es fiel, que nunca cambia, que no hay sombra de variación en él ¡y que aquél que confía en Dios nunca se decepcionará!
Dios quiere que tus hijos y los míos testifiquen a sus amigos que es “viendo a mi mamá y a mi papá vivir su fe, día tras día, a través de las terribles tragedias y pruebas de sus vidas, a través de cada dolor y presión, que yo he decidido vivir para Dios porque la fe de mis padres me demostró que Dios está vivo”.
Es de suma importancia que todo creyente se dé cuenta de que posee una esfera de influencia que es exclusivamente suya. Cada uno de nosotros tiene personas a las que podemos tocar o influir, un trabajo que completar o un propósito que lograr que nadie más puede.
Esto es lo que estás llamado a hacer: el pueblo que Dios predestinó para ser influenciado por ti, el destino eterno que fuiste llamado a cumplir, ¡algo que ni el hombre de Dios más grandioso en el mundo puede hacer! Es tu fe la que produce el fruto de la confianza en Dios en las personas que te rodean.
La fe, el amor, el gozo y la pasión de algunas personas son comunicativos. Estar cerca de ellos te hace bien, te inspira, te sana y te reconcilia con la raza humana. Nos encanta estar cerca de ellos y agradecemos a Dios por su fe que produce esperanza e impulsa a otros hacia nuevas alturas, compromisos y posibilidades en Dios.
Claude Houde es el pastor principal de Eglise Nouvelle Vie (Iglesia Vida Nueva) en Montreal, Canadá. Bajo su liderazgo, la Iglesia Nueva Vida ha crecido de unos cuantos asistentes a más de 3500, en una parte de Canadá en la que hay muy pocas iglesias protestantes exitosas.