Una Fe Que Prevalece
En Números 13 y 14, encontramos el lenguaje y las definiciones de la verdadera fe e incredulidad. Los diez espías que habían subido a la tierra habían regresado con un informe de lo que habían visto. “Nosotros llegamos a la tierra a la cual nos enviaste, la que ciertamente fluye leche y miel; y este es el fruto de ella. Mas el pueblo que habita aquella tierra es fuerte, y las ciudades muy grandes y fortificadas” (Números 13:27-28). Entonces el informe fue tanto positivo como negativo.
La gente entró en pánico y clamó con temor e incredulidad: “No podremos subir contra aquel pueblo, porque es más fuerte que nosotros” (ver 13:31). Pero Caleb, una voz apacible de fe, tenía el enfoque opuesto: “Subamos luego, y tomemos posesión de ella; porque más podremos nosotros que ellos” (13:30).
Toda la congregación se unió, “Volvamos a Egipto y al cautiverio. No podremos llegar a la Tierra Prometida. Hay demasiados enemigos fuertes” (14:1-4). Pero nuevamente, la fe habló a través de Josué y Caleb: “La tierra por donde pasamos para reconocerla, es tierra en gran manera buena… [El Señor] nos llevará a esta tierra, y nos la entregará; tierra que fluye leche y miel” (14:7-8)
Dios quiere saber qué hay en tu corazón como un verdadero creyente. ¿Hay temor a los gigantes y deseos de volver a Egipto? Él quiere un pueblo que use la fe para derribar todo lo que los aleje de la plenitud de Jesús.
El enemigo no tiene poder para evitar que el pueblo de Dios alcance lo que él tiene para ellos. Satanás puede estar usando un gigante de problemas contra ti en este momento, no para mantenerte oprimido sino para descalificarte. Todo el infierno está furioso contra ti para impedir que entres en la plenitud de Cristo, a un lugar de reposo, una vida de confianza y un caminar de paz bajo su señorío.
Permite que tu fe prevalezca y proclama: “No temeré lo que el hombre pueda hacer. Mis enemigos no tienen poder porque Dios está conmigo. ¡Voy a caminar hacia lo que él tiene para mí!”