Arraigados y Cimentados en Amor
“Andad en amor, como también Cristo nos amó, y se entregó a sí mismo por nosotros” (Efesios 5:2). El apóstol Pablo estaba instando a los efesios aquí: “¡Jesús realmente te ama, así que camina como alguien que es muy amado por Dios!”
Muchos creyentes han sabido del amor de Dios desde la infancia cuando cantaban el coro favorito de los niños: “Cristo me ama, yo lo sé, pues la Biblia dice así”. Otros pueden tener conocimiento teológico del amor de Dios porque escucharon sermones al respecto e incluso memorizaron las Escrituras. Pero nunca han entendido, en el fondo, el amor que Dios tiene por ellos ni han experimentado la paz que tal entendimiento trae al corazón.
“Para que habite Cristo por la fe en vuestros corazones, a fin de que, arraigados y cimentados en amor, seáis plenamente capaces de comprender con todos los santos cuál sea la anchura, la longitud, la profundidad y la altura, y de conocer el amor de Cristo, que excede a todo conocimiento, para que seáis llenos de toda la plenitud de Dios” (Efesios 3:17-19).
Arraigados y cimentados, aquí significa “construir debajo de ti un fundamento profundo y estable en el conocimiento y comprensión del amor de Dios hacia ti”. En otras palabras, ¡el conocimiento del amor de Dios hacia ti es la verdad fundamental sobre la cual todas las otras verdades se deben construir!
Dios quiere que tú puedas aprovechar la verdad de su amor y hacer que sea el fundamento de tu caminar cristiano. Él quiere que extiendas tus manos espirituales y digas: “Voy a echar mano de esta verdad y la apropiaré en mi vida”.
Que el Espíritu Santo te permita comprender la verdad del amor de Cristo por ti, ¡hoy!