El derrame del Espiritu Santo en los últimos días será un ministerio de uno en uno. Cuando el enemigo venga a atacar al cuerpo de Cristo con cansancio y la mentira de que fuimos rechazados y hemos perdido efectividad, el Espíritu Santo animara a aquellos que son capaces de traer palabras de consuelo para refrescarse uno a otros. Dios no envía un ángel; El usa a aquellos que han aprendido a pasar por las tribulaciones y pruebas con gozo para animar y refrescar a otros mientras ellos pasan por sus pruebas.

Este es un mensaje para los desanimados. El enemigo vendrá con mentiras para desanimarnos y esa mentira es para hacernos pensar que hemos trabajado en vano a causa de las oraciones no contestados y las expectativas quebrantadas. Es muy peligroso permitir que esta mentira permanezca en nuestro corazón. El Espíritu Santo despertara nuestro espíritu y mente a la verdad que Dios no nos fallara y que el veredicto de nuestra vida esta en Sus manos.

This is a message for the discouraged. The enemy will come with lies to discourage us and that lie is to get us to think that we have labored in vain because of unanswered prayers and shattered expectations. It is very dangerous to allow this lie to fester in our heart. The Holy Spirit will awaken our spirit and mind to the truth that God will not fail us and that the verdict of our life is in His hands.

Las oraciones que mas quebrantan el corazón son aquellas de expresiones silenciosas y de una ayuda simple. Dios escucha y responde al clamor más suave de Su pueblo. Antes que entres en tu situación, Dios ya tiene un plan para sacarte. Toda la lucha es contra nuestra fe. La determinación para librarnos fue demostrada en la cruz. Jesucristo es nuestro libertador personal y en El tenemos la victoria sobre nuestro pecado y tentaciones.

The most heart wrenching prayers are silent utterances and a simple help. God hears and responds to the faintest cry of His people. Before you get into your situation, God already has a plan to bring you through. The whole battle is against our faith. The determination to deliver us was displayed on the cross. Jesus Christ is our personal deliverer and in Him we have the victory over our sin and temptations.