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Spanish Newsletters

Cuando los Hombres Proclaman Paz y Seguridad

David Wilkerson

“Que cuando digan: Paz y seguridad; entonces vendrá sobre ellos destrucción repentina, como los dolores a la mujer en cinta, y no escaparán. Más vosotros, hermanos, no estáis en tinieblas, para que aquel día os sorprenda como ladrón. ” (1 Tesalonicenses 5:3-4).

Hoy en día el mundo se encuentra en tal confusión que la gente se pregunta, “¿Estamos viendo el fin de la historia?, ¿Podríamos enfrentar un holocausto nuclear? ¿Acaso el mundo está fuera de control?

Su Ojo Está en el Gorrión

David Wilkerson

The whole world is trembling right now over the outbreak of terror and calamities happening throughout the earth. Every day we wake up to learn of another disaster. Some observers say we’re witnessing the beginnings of World War III.

First, terrorists blew up trains in Spain, and then masses died in train explosions in India. In Pakistan, a disastrous earthquake devastated entire towns, leaving thousands homeless, hungry and hurting. Multitudes in the Far East are still suffering in the aftermath of the tsunami.

Perdóname, Señor, Por Hacerte Llorar

David Wilkerson

Lucas 19 nos da una gran imagen de Jesús haciendo su entrada triunfal a Jerusalén. La imagen es de Cristo acercándose a la ciudad montado sobre un pollino en medio de alabanzas de una gran multitud. Comenzó en el monte de los Olivos, y a medida que se acercaba a la ciudad, la muchedumbre iba siendo mayor. Pronto, la gente estaba tendiendo sus mantos ante él, ondeando ramas de palmeras y gritando: “¡Él está aquí! La hora se ha cumplido para que llegue el rey de Israel. La paz ha venido sobre Jerusalén. Finalmente ¡el reino está aquí!”

El Precio de Entregarse a Dios por Completo

David Wilkerson

Una de las mejores formas de perder amistades y ser rechazado es entregándose a Dios por completo. ¡Toma en serio los asuntos espirituales; abandona todos tus ídolos; vuélvete al Señor con todo tu corazón y sé posesionado con Jesús; quita tus ojos de las cosas del mundo - y repentinamente te has convertido en un fanático religioso! Y te espera el peor rechazo de tu vida.

Confiandole a Dios todos tus mañanas

David Wilkerson

Un día, el Señor se le apareció a Abraham y le dio una orden increíble: “Vete de tu tierra y de tu parentela, y de la casa de tu padre, a la tierra que te mostraré” (Génesis 12:1). Qué cosa asombrosa. Súbitamente, Dios escogió a un hombre y le dijo: “quiero que te levantes y te vayas dejando todas tus cosas atrás: tu casa, tus parientes, aún tu país. Quiero enviarte a un lugar, y yo te iré dirigiendo en el camino hasta que llegues allí”.

La respuesta del cristiano a las calamidades

David Wilkerson

Un programa radial nacional dedicó dos horas de programación reciente dando énfasis al Libro de Apocalipsis. El anfitrión presentó las siguientes preguntas a sus oyentes: “¿Crees que todas las calamidades recientes son el juicio de Dios por todos los pecados de nuestra nación? ¿Crees que el Libro de Apocalipsis está cumpliéndose. ¿Crees que estamos viviendo en los tiempos finales?

Caminando en el Espíritu

David Wilkerson

“Si vivimos en el Espíritu, andemos también en el Espíritu” (Gálatas 5:25). Aquí tenemos una simple instrucción del apóstol Pablo. Nos está diciendo en términos sencillos, “Si el Espíritu Santo está viviendo dentro de ti, dale control total de tu vida. Todos debemos ser guiados por el Espíritu.”

El Espíritu Santo fue enviado para ser nuestro guía constante e infalible, y habita en todos los que confiesan a Cristo como Señor y Salvador. El Espíritu reclama nuestros cuerpos como su lugar de domicilio, reinando en residencia en nuestros corazones.

La venida del Señor

David Wilkerson

Cuando era un niño, el clamor de la iglesia era: “¡Jesús viene! Volverá como un ladrón en la noche, cuando menos usted le espera. Vendrá en un abrir y cerrar de ojos, cuando suene la trompeta. ¡Esté listo todo el tiempo!”

Recibiendo el espíritu santo

David Wilkerson

“Como todas las cosas que pertenecen a la vida y a la piedad nos han sido dadas por su divino poder, mediante el conocimiento de aquel que nos llamó por su gloria y excelencia.” (2 de Pedro 1:3).

Por años he afirmado estar lleno del Espíritu. He testificado que he sido bautizado en el Espíritu. Yo he predicado que el Espíritu Santo me da poder para testificar y que él me santifica. Yo he orado en el Espíritu, hablado al Espíritu, caminado en el Espíritu y he escuchado su voz. Yo verdaderamente creo que el Espíritu Santo es el poder de Dios.