No tienes que entender tus aflicciones - Tienes la gracia
Una amada hermana cristiana que aparece en nuestra lista de correos nos escribió una carta de lo profundo de su corazón:
"En 1972 perdimos un hijo con el síndrome de Down por pulmonía. Él tenía solamente diecisiete meses de edad. Siete años después, en 1979, perdimos nuestro hijo de quince años. Él se electrocutó en nuestro patio de atrás mientras subía un árbol.
Ahora nuestro hijo de veinticuatro años tiene diabetes. Y yo tengo cáncer y estoy bajo quimioterapia. Le pregunto sinceramente--es un pecado preguntarle a Dios: '¿Por qué?' ¿Él entiende nuestra humanidad?