EXIGIENDO SU PODER DE RESURRECCIÓN

Gary Wilkerson

Para recordar los resultados radicales de la resurrección, mi esposa Kelly y yo, hemos aprendido a repetir una frase el uno al otro: "Jesús lo pagó todo". Él acabó la obra, se levantó otra vez y nos ha bendecido con novedad de vida. Debemos exigir Su poder de resurrección, poniéndonoslo como un traje. "Y cuando esto corruptible se haya vestido de incorrupción, y esto mortal se haya vestido de inmortalidad, entonces se cumplirá la palabra que está escrita: Sorbida es la muerte en victoria" (1 Corintios 15:54).

ELLOS GANAN LA BATALLA

Claude Houde

Amalec vino a pelear contra Israel. Moisés estaba en la cima de la colina. El pueblo estaba luchando en el valle. Cuando Moisés levantaba las manos a Dios en oración, el pueblo de Dios ganaba y superaba al enemigo. Entonces las manos de Moisés se hicieron pesadas, se cansaron. Cuando las manos de Moisés bajaban, el pueblo de Dios era derrotado y el enemigo ganaba terreno. El pueblo de Dios era vencido y estaba en gran peligro. Aarón y Hur sostenían las manos de Moisés, de pie a cada lado de él.

MINISTERIO PRÁCTICO

David Wilkerson

Si amamos al mundo y las cosas que están en el mundo, no podemos ser de Dios: “No améis al mundo, ni las cosas que están en el mundo. Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en él” (1 Juan 2:15). Si codiciamos, queriendo cada vez más cosas, no somos una de sus ovejas: "Ni los ladrones, ni codiciosos… heredarán el reino de Dios" (1 Corintios 6:10).

TÚ PUEDES HACER ALGO

David Wilkerson

Durante meses he estado orando por las viudas, los huérfanos y los pobres. Recibimos cartas de gente indigente que ya no pueden pagar su seguro o un alojamiento. He suplicado a Dios: “Tú eres Señor de los ejércitos. Aliméntalos. Suple sus necesidades.” Finalmente, el Señor me contestó: "Tú debes hacer más que orar por ellos, David. Tú puedes hacer algo al respecto. Aliméntalos tú. Está dentro de tu poder hacerlo.”

CONZUELO DEL ESPIRITU SANTO

David Wilkerson

Nunca conoceremos la paz de Dios en nuestra aflicción hasta que su propósito para ella se convierta en una verdad asentada en nuestras almas. Tenemos que entender que nuestra hora oscura, nuestra prueba dolorosa, ha sido permitida por el Señor para su propio propósito glorioso. ¿Cuál es ese propósito? Simplemente, seremos el enfoque del increíble consuelo del Espíritu Santo.

GUIADO POR EL ESPIRITU SANTO

David Wilkerson

Si vivimos por el Espíritu, andemos también por el Espíritu” (Gálatas 5:25). En esta simple instrucción, el apóstol Pablo nos está diciendo en términos sencillos: “Si el Espíritu Santo está viviendo dentro de ti, dale control total de tu vida. Todos debemos ser guiados por el Espíritu.”

El Espíritu Santo fue enviado para ser nuestro guía constante e infalible, y habita en todos los que confiesan a Cristo como Señor y Salvador. El Espíritu reclama nuestros cuerpos como su lugar de domicilio, para reinar en la residencia de nuestros corazones.

¿CUAL ES EL PROPÓSITO DE LA RESURRECCIÓN?

Gary Wilkerson

Casi cualquier cristiano puede decirte: "Jesús murió por mis pecados". Pero, sorprendentemente, pocos pueden decir lo que significa su resurrección en sus vidas diarias. Ellos saben ciertas partes de la historia —que Jesús murió y resucitó— pero no lo suficiente como para aplicar las poderosas verdades de Dios a la manera en que viven y creen. Y eso hace toda la diferencia en el mundo.

ALCANZANDO A LOS PERDIDOS

Nicky Cruz

Incluso ahora en mi mente tengo frescas las caras de impotencia que vi en el corazón del Bronx. Rostros de todas las formas, colores y edades. Niños y niñas, hombres y mujeres, negros, blancos, asiáticos, hispanos. Muchos se perdieron. Muchos necesitaban a Jesús.

TU PALABRA DE LIBERACIÓN

David Wilkerson

La Escritura dice que durante el tiempo en el que Elías estuvo en la cueva, huyendo de Jezabel, “un grande y poderoso viento que rompía los montes, y quebraba las peñas delante de Jehová; pero Jehová no estaba en el viento” (1 Reyes19:11). Dios no estaba en ese mensaje.

“Y tras el viento [vino] un terremoto; pero Jehová no estaba en el terremoto” (19:11). ¿Esperas oír una ardiente palabra? “Y tras el terremoto un fuego; pero Jehová no estaba en el fuego”. (19:12).