En el mensaje de Moisés a Israel en Deuteronomio, Moisés nos estaba mostrando el peligro de la incredulidad. Y él advirtió que a no ser que prestemos atención, sufriríamos las mismas horribles consecuencias que los que cayeron antes de nosotros: “Para que ninguno caiga en semejante ejemplo de desobediencia” (Hebreos 4:11). Él está diciendo, en esencia: “No importa qué imposibilidades enfrentes, o cuán desesperanzadas puedan parecer las cosas. No debes caer en el mismo pecado de incredulidad. De otra manera, terminarás en un terrible desierto, como ellos lo hicieron.