BUSCANDO A DIOS EN EL LUGAR SECRETO
El Espíritu Santo vino sobre Ananías, un hombre piadoso que vivía en Damasco. El Espíritu le instruyó para que fuera a casa de Judas en la calle Derecha, impusiera manos sobre Saulo y restaurara su vista. Por supuesto, Ananías conocía acerca de la reputación de Saulo. No obstante, así es como el Espíritu Santo recomendó a Saulo a Ananías: “He aquí, él ora” (Hechos 9:11).