LA MISIÓN DE CRISTO

David Wilkerson

Una iglesia que es aceptada y aprobada por el mundo es una contradicción porque es un imposible. Según Jesús, cualquier iglesia que es amada por el mundo es del mundo, y no de Cristo:

“Si fuerais del mundo, el mundo amaría lo suyo; pero porque no sois del mundo, antes yo os elegí del mundo, por eso el mundo os aborrece” (Juan 15:19).

NO VUELVAS A EGIPTO

Gary Wilkerson

Abraham hizo grandes hazañas mientras Dios lo guiaba a la plenitud de Su bendición. Después, sin embargo cuando las circunstancias eran malas, Abraham perdió su enfoque de la gloria de Dios y se volvió a sus propios recursos: “Hubo entonces hambre en la tierra, y descendió Abram a Egipto para morar allá; porque era grande el hambre en la tierra” (Génesis 12:10).

LOS BRAZOS ETERNOS

Claude Houde

¡Dios nunca rechazará un corazón sincero que vuelve a Él para reconstruir un área de su vida espiritual que se ha destruido! Quiero compartir una promesa contigo. Créelo. Medita en ello. Aférrate a ella y mantenla muy cerca de tu corazón. Las promesas son cartas de amor de Dios, dirigidas a ti, y escritas pensando en ti en las páginas de Su fidelidad con la tinta de Su sangre ofrecida por ti.

“No hay como…Dios…Quien cabalga sobre los cielos para tu ayuda, y sobre las nubes con su grandeza. El eterno Dios es tu refugio, y acá abajo los brazos eternos” (Deuteronomio 33:26-27).

DIOS NO HA TERMINADO

David Wilkerson

Te pregunto, querido santo: ¿Hay algún remordimiento en tu vida? ¿Alguna expectativa incumplida te está angustiando? ¿Hay algo que te ha ofendido en Cristo? ¿Clamaste a Él por ayuda, pero Él no llegó a tiempo? ¿Has estado orando por un hijo inconverso sin ver resultados? ¿Te sientes aprisionado en un matrimonio o un trabajo difícil y todavía nada ha cambiado a pesar de años de oración? ¿Parece que tus peticiones están cayendo en oídos sordos?

CREYENTES IMPACIENTES

David Wilkerson

Al parecer, el diablo percibió la impaciencia en Juan el Bautista, cuando estaba retenido en prisión antes de su muerte. La impaciencia es la inhabilidad de esperar o llevar las aflicciones calmadamente. Y cuando aumenta nuestra impaciencia con Dios, cuando nos impacientamos por no recibir respuestas de Él y mezclamos la impaciencia con la fe, nuestra actitud en oración se convierte en “incienso extraño” para el Señor. Llena nuestro ser, Su templo, con un olor repugnante. Y en vez de elevar un incienso de oración con olor dulce, despedimos un olor podrido.

SIN REMORDIMIENTOS

David Wilkerson

Jesús expuso una de los métodos para hacer al pueblo de Dios caer, más grandes del enemigo, cuando Él envió este mensaje a Juan: “Bienaventurado es el que no halle tropiezo en mí”. La palabra “tropiezo” en griego significa “atrapar, tropezar, trampa”. Yo creo que Jesús está advirtiendo tiernamente a Juan: “Tú me preguntas si soy quien digo ser. Juan, ¿no te das cuenta de lo que está sucediendo aquí? Satanás, no está tratando de atraparme a Mí, sino que ha tendido una trampa para ti, a través de esa pregunta”.

LAS PROMESAS DE DIOS

David Wilkerson

Las promesas de Dios son para aumentar nuestras expectativas en Él. Debemos declarar que Su Palabra es la promesa, sólida como una roca, de un Padre amoroso y poderoso para con Sus hijos. Sin embargo, a menudo, cuando no vemos que Su Palabra se cumpla según nuestro itinerario, el enemigo inunda nuestras mentes con preguntas acerca de la fidelidad de Dios. El blanco de Satanás es sencillo: robarnos de toda nuestra confianza en el Señor.

GOZOSAMENTE APARTADO

Gary Wilkerson

Abraham no era cristiano ni judío. Según lo que sabemos, él no tuvo historia alguna con Dios en lo absoluto. Pero un día, Dios le ordenó: “Vete de tu tierra y de tu parentela, y de la casa de tu padre, a la tierra que te mostraré” (Génesis 12:1). Así que, ¡Abraham empacó y se marchó!

DIOS NOS MUESTRA SU AMOR

David Wilkerson

Yo creo que uno de los dones de misericordia más grandes de Dios a su iglesia son sus fieles ministros, quienes amorosamente nos reprueban de nuestros pecados. Yo sé que como un pastor amante, tengo que cuidar mi tono, pero no puedo pedir disculpas por predicar la verdad que produce convicción. ¿Qué le sucede a la iglesia cuando los pastores no le muestran a la gente sus iniquidades? Considera dónde hubiera terminado David, si no hubiera tenido a Natán para mostrarle su maldad. (Ver 2 Samuel 12)