NO HAY TIEMPO PARA RELAJARSE
Algunos de los que están leyendo este devocional han tomado unas vacaciones de “pelear la buena batalla”. Tienes el corazón cansado y te has dicho a ti mismo: “¡Tengo que ir más despacio o voy a colapsar! No voy a amar menos al Señor y voy a permanecer fiel, pero tengo que seguir mi corazón y mi corazón me está diciendo que me relaje”.