UN CORAZÓN ROTO

David Wilkerson

Una vez pensé que sabía lo que era un corazón roto. Pensé que había experimentado mucho quebrantamiento, hasta que el Espíritu Santo me abrió los ojos a un significado más profundo de la palabra.

David dijo: “Cercano está Jehová a los quebrantados de corazón; Y salva a los contritos de espíritu” (Salmo 34:18).

BATALLA CONSTANTE

Gary Wilkerson

¿Por qué sentimos que estamos en una batalla constante? Es como en las caricaturas, en donde un diablo se sienta en un hombro y un ángel en el otro, cada uno en guerra por la atención. Nosotros estamos involucrados en una batalla, pero no de ese tipo. Pablo se dirige a nuestro verdadero dilema en Romanos: “Por lo tanto, el problema no es con la ley, porque la ley es buena y espiritual. El problema está en mí, porque soy demasiado humano, un esclavo del pecado. Realmente no me entiendo a mí mismo, porque quiero hacer lo que es correcto pero no lo hago.

QUITANDO EL OPROBIO DE EGIPTO

Carter Conlon

La iglesia estadounidense ha sido cautivada durante mucho tiempo por la sociedad que le rodea. La teología de la sociedad caída se ha convertido en la teología de muchos del pueblo de Dios. Pero ahora se está levantando otra generación: personas que están cansadas ​​de este desierto, cansadas ​​de la falta de poder, cansadas de que el nombre de Jesús sea pisoteado.

UN CORAZÓN QUE CONFÍA

David Wilkerson

Recientemente, Dios me ha venido mostrando algo acerca de confiar en Él ¡que nunca antes había visto! El salmista escribió: “En ti esperaron nuestros padres; esperaron, y tú los libraste. Clamaron a ti, y fueron librados; confiaron en ti, y no fueron avergonzados” (Salmos 22:4-5).

LAVADOS POR SU PALABRA

David Wilkerson

Hoy en día, ¡muchos cristianos quieren que la sangre los cubra pero que no los lave! El ritual del tabernáculo del Antiguo Testamento nos da un claro ejemplo de la manera de andar con Dios que los cristianos deben tener.
El tabernáculo tenía un atrio exterior en el que el animal era sacrificado. Éste proveía la sangre que cubría el pecado. Pero afuera, también estaba el lavacro, en el que se llevaba a cabo la limpieza. Ningún sacerdote podía entrar en el Lugar Santísimo y tener comunión con Dios cara a cara sin haber sido lavado.

UN CORAZÓN QUE SE PUEDE ESCUDRIÑAR

David Wilkerson

Una vez, en un viaje largo desde Desafío Juvenil de Pensilvania hasta la ciudad de Nueva York, el Señor habló a mi hombre interior: “Existe tal cosa como un corazón perfecto. ¡Te voy a mostrar lo que es para que puedas buscarlo!” En aquel tiempo, Dios reveló a mi espíritu que Cristo se compromete con aquellos que andan delante de Él con un corazón sensible y perfecto.

“Jehová escudriña los corazones de todos” (1 Crónicas 28:9). El corazón perfecto clama, como David: “Examíname, oh Dios, y conoce mi corazón…Y ve si hay en mí camino de perversidad” (Salmos 139:23-24).

CON UN CORAZÓN PERFECTO

David Wilkerson

¡Es posible andar delante del Señor con un corazón perfecto! Dios le dijo a Abraham: “Yo soy el Dios Todopoderoso; anda delante de mí y sé perfecto” (Génesis 17:1).

También, Dios les dijo a los hijos de Israel: “Perfecto serás delante de Jehová tu Dios” (Deuteronomio 18:13). David tuvo la determinación en su corazón de obedecer este mandamiento. Él dijo: “Entenderé el camino de la perfección…En la integridad de mi corazón andaré en medio de mi casa” (Salmos 101:2).

LA GRACIA DE DIOS OBRANDO EN NOSOTROS

Gary Wilkerson

La mayoría de nosotros admitiría que rara vez siente la gracia de Dios obrando en su vida. Es por ello que rápidamente dudamos que Su presencia mora en nosotros. Pablo nos menciona este dilema en Gálatas, cuando escribe: “Digo, pues: Andad en el Espíritu, y no satisfagáis los deseos de la carne” (Gálatas 5:16).

LLAMADOS A SALIR

Claude Houde

Una lectura cronológica rápida y limitada del texto en Génesis 11 y 12 podrían llevar a un lector novato de la Biblia a suponer que el padre de Abraham estaba muerto cuando Dios le extendió Su mano divina que guió su destino. Sin embargo, un simple estudio de la esperanza de vida y las edades de los personajes históricos involucrados, junto con un análisis riguroso de las genealogías, nos muestra claramente que este no era el caso en absoluto.

ALE LA PENA OBEDECER

David Wilkerson

“Por la fe Moisés…rehusó llamarse hijo de la hija de Faraón, escogiendo antes ser maltratado con el pueblo de Dios, que gozar de los deleites temporales del pecado, teniendo por mayores riquezas el vituperio de Cristo que los tesoros de los egipcios…por la fe dejó a Egipto, no temiendo la ira del rey; porque se sostuvo como viendo al Invisible.” (Hebreos 11:24-27).