La Perla de Gran Precio
Los evangelios nos dan una gran idea de las parábolas de Cristo: “Todo esto habló Jesús por parábolas a la gente, y sin parábolas no les hablaba; para que se cumpliese lo dicho por el profeta, cuando dijo: Abriré en parábolas mi boca; declararé cosas escondidas desde la fundación del mundo” (Mateo 13:34–35).
Para muchos cristianos hoy, las parábolas suenan muy simples. Muchos creyentes hojean las parábolas rápidamente. Piensan que ven una lección obvia y rápidamente siguen adelante. Ellos descartan el significado de una parábola como si no se aplicara a ellos.