Direcciones y Decisiones Claras
El propósito de Dios para cada uno de sus hijos es que nos rindamos al reinado y gobierno del Espíritu Santo. “Los que son de Cristo han crucificado la carne con sus pasiones y deseos. Si vivimos en el Espíritu, andemos también en el Espíritu” (Gálatas 5:24-25). En otras palabras, “¡Si él vive en ti, déjalo que te dirija!”