Body

Devocionales en Español

ORA Y NO DESMAYES

Gary Wilkerson

“También les refirió Jesús una parábola sobre la necesidad de orar siempre, y no desmayar, diciendo: Había en una ciudad un juez, que ni temía a Dios, ni respetaba a hombre. Había también en aquella ciudad una viuda, la cual venía a él, diciendo: Hazme justicia de mi adversario. Y él no quiso por algún tiempo; pero después de esto dijo dentro de sí: Aunque ni temo a Dios, ni tengo respeto a hombre, sin embargo, porque esta viuda me es molesta, le haré justicia, no sea que viniendo de continuo, me agote la paciencia”.

¿TENEMOS CORAZONES COMPASIVOS?

Nicky Cruz

Si queremos alcanzar personas para Jesús, tomemos una lección del apóstol Pablo. Él sabía cómo alcanzar personas con el mensaje de salvación.

Mientras estaba en Atenas, Pablo se angustió por la gran cantidad de personas que adoraban ídolos y dioses falsos. Él sabía cuán profundamente enquistados estaban estos rituales en su cultura y se dio cuenta de que para alcanzarlos, él necesitaba ganarse su confianza. Él pasó tiempo con el pueblo, aprendiendo sobre sus valores y creencias y absorbiendo su cultura.

UN INCREMENTO DIARIO DE PARTE DE DIOS

David Wilkerson (1931-2011)

La mayoría de los creyentes afirma vivir por fe y no por sentimientos, pero en la práctica diaria, muchos miden sus vidas espirituales por la forma en que se sienten. Tú puedes estar haciendo todas las cosas correctamente: leer la Biblia con regularidad, orar diligentemente y, aun así, sentir que no estás creciendo en el Señor.

SEÑOR, ¿POR QUÉ?

David Wilkerson (1931-2011)

No es pecado que un creyente pregunte por qué; incluso nuestro Señor hizo esta pregunta mientras colgaba de la cruz, adolorido (ver Mateo 27:46). A veces podemos clamar: “Señor, ¿por qué me hacer pasar por esto? Yo sé que no viene de tu mano, pero, aun así, tú estás permitiendo que el diablo me acose. ¿Cuándo va a terminar esto?”

“LO HAREMOS POR NUESTRA CUENTA”

David Wilkerson (1931-2011)

El profeta Isaías dijo de Israel: “¡Ay de los hijos que se apartan, dice Jehová, para tomar consejo, y no de mí; para cobijarse con cubierta, y no de mi espíritu, añadiendo pecado a pecado!” (Isaías 30:1). La palabra hebrea “Ay” aquí, significa un profundo pesar y aflicción por lo que Dios describe como una rebelión, es decir, un retroceso, una testarudez, un alejamiento.

ACERCÁNDONOS CADA VEZ MÁS A ÉL

David Wilkerson (1931-2011)

El Señor se está preparando para derramar su Espíritu sobre su pueblo en estos últimos días y yo sé que tú quieres tener parte en ello. Para que esto suceda, debemos acercarnos cada vez más a él, en nuestra adoración, obediencia y diligencia. “Acercaos a Dios, y él se acercará a vosotros” (Santiago 4:8).

VUELVE Y BUSCA SU ROSTRO

Gary Wilkerson

Algunos creyentes sólo oran cuando están siendo disciplinados por Dios. Sienten culpa, se sienten mal y comienzan a orar; y luego gradualmente se olvidan de orar nuevamente. La Biblia dice: “Mi pueblo se ha olvidado de mí por innumerables días” (Jeremías 2:32).

NO ESTÁS EXENTO DE LA ADVERTENCIA

Carter Conlon

El apóstol Pedro dio una palabra de advertencia al pueblo de Dios: “Amados, no os sorprendáis del fuego de prueba que os ha sobrevenido, como si alguna cosa extraña os aconteciese, sino gozaos por cuanto sois participantes de los padecimientos de Cristo, para que también en la revelación de su gloria os gocéis con gran alegría” (1 Pedro 4:12-13).

UNA GLORIA SIEMPRE CRECIENTE

David Wilkerson (1931-2011)

“Les dijo también: Mirad lo que oís; porque con la medida con que medís, os será medido, y aun se os añadirá a vosotros los que oís” (Marcos 4:24).

Jesús sabía que estas palabras podían sonar extrañas para los oídos no espirituales, por lo que antecedió a su mensaje diciendo: “Si alguno tiene oídos para oír, oiga” (4:23). Él nos estaba diciendo, en esencia: “Si tu corazón está abierto al Espíritu de Dios, entenderás lo que tengo que decirte”.

NO TE ENGAÑES, JESÚS REINA

David Wilkerson (1931-2011)

Jesús gobierna las naciones del mundo. La Biblia nos dice: “Él señorea con su poder para siempre; sus ojos atalayan sobre las naciones; los rebeldes no serán enaltecidos” (Salmos 66:7). “Jehová estableció en los cielos su trono, y su reino domina sobre todos” (Salmos 103:19).