PODER EN LA ORACIÓN

Jim Cymbala

Aunque el mundo ha hecho grandes avances en la comprensión de temas como la energía atómica y la fusión nuclear, la mayoría de nosotros todavía vivimos con una ínfima comprensión de la fuente de poder más antigua y dinámica que existe: el poder que proviene de la oración. De hecho, aún no hemos comenzado a experimentar el poder y la posibilidad infinitos que están disponibles cuando invocamos el nombre del Señor.

OVEJAS EN LAS MANOS DEL PADRE

David Wilkerson (1931-2011)

“Esperad en él en todo tiempo, oh pueblos; derramad delante de él vuestro corazón; Dios es nuestro refugio” (Salmos 62:8). Como hijos de Dios, debemos rendirnos a su cuidado en todo. ¡Esta es la verdadera libertad! Enrregarte al cuidado de Dios es un acto de fe. Significa ponerse completamente bajo su poder, sabiduría y misericordia. Y significa ser guiado según su voluntad. Dios promete ser totalmente responsable de nosotros, alimentarnos, vestirnos y refugiarnos, y proteger nuestros corazones de todo mal.

EL AMOR PERDONADOR DE DIOS

David Wilkerson (1931-2011)

Muchos cristianos les cuentan a los demás con alegría el amor de Jesús y su poder para perdonar sus pecados, y sin embargo, les resulta difícil aceptar ese mismo perdón. Ellos cometen pecado y parecen querer pagar por su fracaso. “Señor”, argumenta el cristiano, “rechacé la convicción del Espíritu Santo y seguí adelante obstinadamente y cometí pecado”.

JESÚS SE DELEITA EN NUESTRA CONFIANZA

David Wilkerson (1931-2011)

Nuestro Señor tiene un problema casi insuperable de comunicarse con aquellos que dicen amarlo así. Entramos por sus puertas con acción de gracias y entramos por sus atrios con alabanza. Lo alabamos con instrumentos, con canciones, con manos en alto, con lágrimas y hosannas ruidosos, pero sigue siendo una comunicación de una sola vía.

Nos apresuramos a entrar en su presencia al lugar secreto con adoración y peticiones, y luego salimos de prisa. ¿Cuántas veces ha estado él listo y ansioso por abrir su corazón y hablar, pero he aquí que no había nadie allí?

​NO IMPORTA LO QUE TÚ PIENSES

Gary Wilkerson

Cuando aceptamos la unción del Espíritu Santo, cumplimos esta comisión: “De cierto, de cierto os digo: El que en mí cree, las obras que yo hago, él las hará también; y aun mayores hará, porque yo voy al Padre” (Juan 14:12). El mundo entero necesita su sanidad, su limpieza, su poder de salvación; y eso sólo sucede con su sacrificio perfecto: “porque yo voy al Padre”.

DIOS NO TE HA DESCARTADO

Carter Conlon

“Y Pedro, saliendo fuera, lloró amargamente” (Lucas 22:62). En esta escena, justo antes de la crucifixión de Jesús, vemos a Pedro llorando desconsoladamente, aturdido por su propia sensación de fracaso. Después de todo, él era el seguidor de Cristo que había declarado: “¡No sólo estoy dispuesto a vivir por ti, sino a morir por ti y contigo en Jerusalén!” (ver Mateo 26:35). Sin embargo, poco tiempo después, Pedro negó haber conocido a Cristo, jurando al respecto.

EL ESPÍRITU DE DIOS NUNCA SE AGOTA

David Wilkerson (1931-2011)

Si vivimos por fe, no temeremos por el futuro de la iglesia de Dios. “Sobre esta roca edificaré mi iglesia; y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella” (Mateo 16:18). Esta promesa de Jesús ha fortalecido la fe de generaciones y está destinada a sostenernos ahora en esta generación.

UN PUEBLO AUTOSUFICIENTE

David Wilkerson (1931-2011)

El apóstol Pablo escribió: “El Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu, de que somos hijos de Dios” (Romanos 8:16). La frase “hijos de Dios” se usa a menudo para describir a los creyentes, pero las palabras se pueden usar de manera muy ligera, con poco entendimiento del poder y la profundidad de su verdadero significado.

Ser un hijo de Dios significa simplemente ser dependiente de Dios; es decir, “alguien que no puede existir o funcionar sin ayuda”. El hijo de Dios sabe que no puede controlar su propia vida sin la ayuda diaria del Señor.