EL PROBLEMA DE NUESTRO PROPIO CORAZÓN
“Sobre toda cosa guardada, guarda tu corazón; porque de él mana la vida” (Proverbios 4:23).
Podemos escuchar enseñanzas sobre la necesidad de orar, ayunar y estudiar las Escrituras. Y podemos rogar a Dios por un hambre más profunda por él, un caminar más cercano con él y una mayor pasión por Jesús. Pero Proverbios nos dice que debemos considerar asuntos incluso más profundos que éstos. Este verso habla de asuntos del corazón, cosas ocultas y secretas que determinan el fluir de la vida que sale de nosotros.