EL PREMIO VALE LA PENA
“Corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante” (Hebreos 12:1). La palabra ‘carrera’ por sí misma sugiere competencia. El pueblo de Dios se compara con los corredores en una carrera de larga distancia, compitiendo por un premio; el premio es una revelación gloriosa del conocimiento de Jesucristo.
Corrompemos la carrera hacia la eternidad cuando el pueblo de Dios compite entre sí por el éxito, la prosperidad y la aclamación. Cristo se convierte en nada más que el patrocinador, ya que todos los corredores dicen estar compitiendo en su nombre.