Eres Amado y Aceptado
Jeremías fue un profeta de trueno del Antiguo Testamento. Cada palabra que predicaba era como una espada cortando la carne. Él enojó tanto a los políticos y a los líderes de la iglesia que lo arrojaron a prisión. Pero todo el tiempo, este profeta llorón esperaba un día en que Dios visitara a su pueblo y cambiara sus corazones. Jeremías sabía que Dios se compadecía por su pueblo y los amaba con un amor eterno.