DIOS SE COMPLACE EN SUS HIJOS
Esta es un arma poderosa para cada seguidor de Jesús: ¡Clama! Clama con todo tu corazón como lo hizo David (ver Salmos 34:6). Ve al Señor y confiesa tu pecado y apela a su misericordia, diciendo: “Señor, yo sé que me amas y estás listo para perdonarme. Me arrepiento delante de ti en este momento”.