UN ANCLA PARA TU ALMA

David Wilkerson (1931-2011)

Al orar en fe, el Rey David se apoderó de esta verdad: “No me anegue la corriente de las aguas, ni me trague el abismo, ni el pozo cierre sobre mí su boca” (Salmos 69:15). No es inusual que incluso la persona más piadosa enfrente problemas que se levantan como una avalancha. Y al igual que David, podemos estar sumergidos en la Palabra de Dios, ser fieles para orar y estar dedicados al Señor; sin embargo, nos sentimos abrumados por oleadas de temor.

LA PALABRA DE DIOS HABLA CON MÁS FUERZA

David Wilkerson (1931-2011)

Nuestro ministerio tiene un sitio web que recibe mensajes de cristianos de todo el mundo. En este momento, los creyentes en varias naciones están escribiendo lo mismo: El miedo se está afianzando. Como se profetizó en la Escritura, Dios está sacudiendo todo lo que puede sacudirse y es difícil comprender toda la agitación que está teniendo lugar.

EL OBJECTO DEL AMOR DE DIOS

David Wilkerson (1931-2011)

Cuando un hombre (o mujer) de Dios está en formación, las fuerzas enemigas vendrán hacia él (o ella) con gran furia.

¿Estás saboreando una taza amarga de dolor, soportando una aterradora hora de aislamiento y confusión? Si es así, te insto a que tomes una postura en fe: “Yo sé a quién he creído, y estoy seguro que es poderoso para guardar mi depósito para aquel día” (2 Timoteo 1:12).

LA PARTE MÁS DIFÍCIL DE LA FE

David Wilkerson (1931-2011)

Jesús dijo en Getsemaní: “Mi alma está muy triste, hasta la muerte” (Mateo 26:38). ¿Puedes imaginar al Hijo de Dios soportando una noche de confusión? ¿No sabía él que estaba a punto de reclamar toda la victoria sobre el infierno y la muerte? ¿No tenía él un sentido innato de guía y destino, sabiendo que el Padre estaba con él?

UNA VIDA REAL, ABUNDANTE

Gary Wilkerson

Cuando el Espíritu nos mueve a hablar en amor, debemos hacerlo. Recientemente, al salir a almorzar con mi esposa, me sentí conmovido a decirle a uno de los camareros que Jesús lo amaba. Él no respondió, pero más tarde lo vi decirles a los otros camareros lo que yo le había dicho, lo cual produjo algunas miradas de curiosidad hacia nosotros. Luego algo interesante ocurrió. Cuando nos íbamos, otro camarero me detuvo ¡y me preguntó si yo podría orar por él!

EL HORARIO DE DIOS

Carter Conlon

Cuando Dios dice: “Voy a usar tu vida para mi gloria”, a menudo olvidamos que una espada no se forma sobre una hamaca, sino, sobre un yunque. Va a haber calor, martilleo, doblado, modificación. Todo es necesario, y va a tomar tiempo. Sin embargo, en el proceso, clamamos: “Señor, pensé que habías dicho que ibas a usar mi vida, pero lo único que hago es verme atravesando el fuego. ¡Oh, Jesús, ayúdame!”

El Señor te contesta: “¡Te dije que iba a usar tu vida para mi gloria! Pero no te voy a usar hasta que estés listo”.

A LOS OJOS DEL PADRE

David Wilkerson (1931-2011)

Cuando hablo de una confianza total en Cristo, me refiero no sólo a su poder para salvar sino también a su poder para mantener. Tenemos que confiar que su Espíritu nos guardará y nos hará conforme a la semejanza de Cristo.

En un momento, estabas descartado, separado de Dios por obras perversas. ¿Qué buena obra hiciste para arreglar las cosas con él? ¡Ninguna! Nadie ha sido capaz de hacerse santo o de mantenerse santo. Somos llevados a la santidad de Cristo sólo por la fe, al confiar en lo que dice la Palabra de Dios: “Si estás en Cristo, eres santo como él es santo”.

DEPENDENCIA TOTAL EN DIOS

David Wilkerson (1931-2011)

Sabemos que Dios liberó sobrenaturalmente a Israel. En la zarza ardiente, Moisés estaba siendo preparado para confiar que Dios llevaría a cabo esa gloriosa obra. Él aprendería algo sobre la naturaleza de Dios que luego le ayudaría a confiar que el Señor lo llevaría a cabo. ¿Cuál era ese aspecto de la naturaleza de Dios? ¡Su Santidad!

LA ZARZA ARDIENTE

David Wilkerson (1931-2011)

Moisés estaba solo en el Monte Horeb, pastoreando a las ovejas de su suegro cuando un extraño evento captó su atención: un arbusto estaba en fuego. Cuando se adelantó para ver más de cerca, Dios lo llamó para que se alejara de la zarza.

“Entonces Moisés dijo: Iré yo ahora y veré esta grande visión, por qué causa la zarza no se quema. Viendo Jehová que él iba a ver, lo llamó Dios de en medio de la zarza” (Éxodo 3:3-4).

Dios estaba presente en la zarza y por eso estaba ardiendo, pero no se consumía. Era una representación visual de la santidad de Dios.

EL CAMINO A LA SANTIDAD

David Wilkerson (1931-2011)

Jesucristo, nuestro Salvador, es el único que está en perfecta santidad. Debido a que sólo Jesús es santo y perfecto, Dios no reconoce a ninguna otra persona. Por lo tanto, si alguna vez vamos a ser recibidos por el Padre celestial, debemos estar en Cristo, únicamente por la gracia de Cristo y sin ningún mérito propio.