UNA JUSTICIA DURADERA

David Wilkerson

Quebrantamiento es renunciar a toda esperanza de alcanzar el cielo a través de cualquier medida de bondad personal. Es entregar toda confianza en nuestros propios esfuerzos. Es tornarse completamente a la victoria de la cruz de Cristo, creyendo que él es el único camino. Finalmente, significa confiar que él nos dará el poder, a través de su Espíritu, para llevar a cabo su voluntad en nuestras vidas.

Necesitamos quebrantamiento y humildad para seguir caminando en fe: “Cercano está Jehová a los quebrantados de corazón; y salva a los contritos de espíritu” (Salmos 34:18).

TUS BUENAS OBRAS NO TE SALVARÁN

David Wilkerson

Jesús fue resucitado como nuestra única justicia, nuestra única manera de agradar a Dios.

El Padre dijo de Jesús: "Este es mi Hijo amado, en quien tengo complacencia” (Mateo 3:17). El apóstol Pablo nos recuerda esto una y otra vez a lo largo de sus epístolas, enseñando que sólo Cristo es nuestra justicia a los ojos de Dios.

CRISTO, NUESTRO SACRIFICIO

David Wilkerson

En obediencia a Dios, Abraham llevó a su hijo Isaac a un monte para ofrecer un sacrificio. En el camino, Isaac le preguntó a su padre: “¿Dónde está el cordero para el sacrificio?” Abraham respondió con fe: “Dios se proveerá de cordero para el holocausto, hijo mío” (Génesis 22:8). Y Dios lo hizo, llevando a Abraham a encontrar un carnero trabado en un zarzal.

La fe de Abraham nos habla claramente hoy, así como habló a Isaac: “Si tan sólo hubieras estado mirando, habrías visto a Dios proveer para el sacrificio”.

REVESTIDOS DE PODER

Gary Wilkerson

La Escritura nos muestra cuatro maneras en las que el Espíritu Santo se mueve en nuestras vidas. Primero, como dice Jesús, nadie lo conoce si no nace de nuevo del Espíritu. Por lo tanto, el Espíritu de Dios mora en cada cristiano. Segundo, estamos llamados a permanecer en el Espíritu, a permanecer en intimidad con él en oración. Tercero, debemos ser continuamente llenos del Espíritu, constantemente bebiendo de su pozo de agua viva. Nada de esto significa que el Espíritu nos deja, sino más bien que tenemos un papel en nuestra relación con él.

SENTADOS EN INCREDULIDAD

Carter Conlon

Estoy convencido de que Dios está iniciando algo verdaderamente significativo en esta hora; Él ha decretado un momento de misericordia para América. No importa cuánto se haya opuesto a Cristo el corazón de las personas en el pasado, Dios está ahora presentando una ventana abierta.  por eso, no quiero pasar toda mi vida de oración, clamando: “Por favor, Señor”. En lugar de ello, quiero orar: “Sí, Señor” y averiguar cuál es mi parte. “Sí, Señor, ¿qué quieres que haga? Sí, Señor, ¿qué quieres que diga? Sí, Señor, ¿a dónde quieres que vaya?”

UNO A QUIEN PODEMOS RECURRIR

David Wilkerson

David escribía a menudo sobre el quebranto en sus salmos. Hablaba de la cercanía de Dios a los quebrantados: “Los sacrificios de Dios son el espíritu quebrantado; al corazón contrito y humillado no despreciarás tú, oh Dios” (Salmo 51:17). “Cercano está Jehová a los quebrantados de corazón; y salva a los contritos de espíritu” (34:18).

¡Qué increíbles promesas ha dado nuestro Señor a los quebrantados de espíritu! Él se compromete a morar con todos los que han sido quebrantados y a vivificar sus corazones.

JESÚS ES EL SEÑOR DE TODO

David Wilkerson

Cuando Pablo compareció en la corte oyó cargos absurdos en su contra: “Este hombre es un fanático político. Es un alborotador que agita a la población judía en todo el mundo. Y es un cabecilla de la secta de los nazarenos e incita grandes multitudes contra Roma. ¡Es culpable de sedición!”

Todo esto fue una trampa de sus oponentes, pero Pablo vio una trampa aún mayor: El mismo Satanás estaba tratando de sacarlo de su mensaje central en Jesús.

VEMOS A JESÚS

David Wilkerson

Pablo escribió: “Pues me propuse no saber entre vosotros cosa alguna sino a Jesucristo, y a éste crucificado” (1 Corintios 2:2).

Él vivió en un tiempo en el que las facciones en la iglesia abundaban, tanto hacia la izquierda como hacia la derecha; y éstas luchaban amargamente. Pablo respondió al conflicto diciendo: “No tengo nada que ver con esto. Estoy aquí con un propósito: Vivir y predicar a Cristo crucificado y resucitado. Como siervo del Señor, me niego a enredarme en tales cosas”.

TUS CIRCUNSTANCIAS PRESENTES

David Wilkerson

En sus últimos años, el discípulo fiel Juan fue exiliado a la Isla de Patmos (ver Apocalipsis 1).

Esto era en efecto un castigo en confinamiento solitario. Juan no tenía ningún contacto humano en Patmos, excepto con sus carceleros. Era un tiempo de frío extremo, hambre y crudo aislamiento para este anciano servidor. Sin embargo, en medio de su tribulación, Juan tuvo una poderosa visión del Señor.

ESCÓNDETE

Gary Wilkerson

Cuanto más nos afanemos y apresuremos en lograr cosas para Dios por nuestros propios esfuerzos, más se alejará de nosotros Su poder. Esto sucedía en el Antiguo Testamento vez tras vez. Israel siempre quería adelantar a Dios, frustrando así, Sus planes para ellos y robándole la gloria que Él merecía como su fiel libertador.

Por momentos, Israel incluso se unía a los ejércitos paganos para defenderse de enemigos más grandes, cosa que Dios les prohibió hacer. Hoy tenemos la misma tendencia. Nuestra carne simplemente está inclinada a adelantarse al Señor.