UNA JUSTICIA DURADERA
Quebrantamiento es renunciar a toda esperanza de alcanzar el cielo a través de cualquier medida de bondad personal. Es entregar toda confianza en nuestros propios esfuerzos. Es tornarse completamente a la victoria de la cruz de Cristo, creyendo que él es el único camino. Finalmente, significa confiar que él nos dará el poder, a través de su Espíritu, para llevar a cabo su voluntad en nuestras vidas.
Necesitamos quebrantamiento y humildad para seguir caminando en fe: “Cercano está Jehová a los quebrantados de corazón; y salva a los contritos de espíritu” (Salmos 34:18).