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Devocionales en Español

DIOS QUIERE ABRIR NUESTROS OJOS

David Wilkerson

Algunos pueden preguntar: “¿Qué de la increíble experiencia de los discípulos en el Monte de la Transfiguración? ¿No fue esa una manifestación de la gloria de Dios? Hubo una luz imponente y la aparición milagrosa de Moisés y Elías”.

En ese momento increíble, la gloria de Dios no estaba en Moisés o Elías, ni en la luz espectacular. Más bien, su gloria radiante estaba en Jesús:

ARREGLANDO LAS COSAS CON DIOS

Carter Conlon

Hoy te suplico -como pastor, como padre, como hermano- que te acerques a Dios. A veces me siento como Noé, parado afuera de un lugar de total seguridad mientras la gente pasa indiferente. En los días de Noé, muchos de los que lo escuchaban podrían incluso haber estado de acuerdo con él, pero aún así se negaron a apartarse de sus propios caminos y seguir a Dios. Sin embargo, tú y yo debemos darnos cuenta de que no seremos capaces de permanecer firmes en los días que vienen si no nos comprometemos plenamente a obedecer al Señor. Como dice la Escritura:

UNA REVELACION DE SU GLORIA

David Wilkerson

Es algo maravilloso pasar tiempo de calidad con el Señor. Dios promete que a medida que buscas tener más intimidad con él, su presencia brillará en tu vida, obrando su orden divino a tu alrededor. Sin embargo, algo aún mayor sucederá: La búsqueda continua de la presencia de Dios te llevará a una revelación de la gloria de Cristo.

Moisés buscaba a Dios porque quería una manifestación de la presencia del Señor: “…para que te conozca…” (Éxodo 33:13). Y Dios le contesto así: “…Mi presencia irá contigo, y te daré descanso.” (33:14).

LA PRESENCIA DE DIOS EN EL DESIERTO

David Wilkerson

Cuando falta la presencia de Dios, todo se desajusta, sin ley, sin dirección y sin enseñanza piadosa. Cada uno vive en su propia ley, haciendo como le parece. Esta es una imagen de muchos hogares cristianos en la actualidad: todo está fuera de orden, sin paz y sin descanso, cada uno hace lo que le place. El Señor en su misericordia se duele al ver tal desorden.

TU TIEMPO CON ÉL

David Wilkerson

El rey Asa había dirigido los ejércitos de Judá a una victoria milagrosa contra el ejército de un millón de hombres de Etiopía. Luego testificó que fue la presencia de Dios la que dispersó al enemigo:

“Y clamó Asa… ¡Oh Jehová, para ti no hay diferencia alguna en dar ayuda al poderoso o al que no tiene fuerzas! Ayúdanos…porque en ti nos apoyamos, y en tu nombre venimos contra este ejército…Y Jehová deshizo a los etíopes delante de Asa” (2 Crónicas 14:11-12).

UN DESCANSO TRANQUILO Y CONFIADO

David Wilkerson

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SIGUIENDO EL EJEMPLO DE JESÚS

Gary Wilkerson

Hasta apenas hace unas décadas, si un líder nacional era atrapado en cualquier tipo de escándalo, renunciaba inmediatamente. Sin embargo, hoy en día hay poca vergüenza por actos así. Pienso en las palabras que el Señor le dijo a Jeremías: “¿Se han avergonzado de haber hecho abominación? Ciertamente no se han avergonzado en lo más mínimo, ni supieron avergonzarse; caerán, por tanto, entre los que caigan; cuando los castigue caerán, dice Jehová”(Jeremías 8:12).

BAJA DE LA MONTAÑA

Claude Houde

“El pueblo se juntó alrededor del tabernáculo de reunión. Ellos murmuraron en contra de Moisés y Aarón e incluso se culpaban unos a otros diciendo: ‘Es tu culpa’. La plaga había comenzado y multitudes morían. Aarón tomó el incensario desde el altar de Dios y corrió en medio de la congregación. Mientras estaba allí, entre los vivos y los muertos, a favor del pueblo, la mortandad se detuvo” (Ver Números 16:41-48).

PROMESA MARAVILLOSA

David Wilkerson

Sabemos que a través de los siglos los que han confiado en Jesús han sufrido mucho. Desde el tiempo de la cruz, éstos han sido martirizados, algunos malévolamente. Algunos creyentes del Nuevo Testamento perdieron sus casas y sus tierras y vivieron en cuevas.

Amado, ningún verdadero predicador de la Palabra de Dios jamás prometerá que no sufrirás, que no perderás propiedades, que tu estilo de vida estará protegido. Pero hay una "gran nube de testigos" en el cielo que diría a todos los que amamos a Jesús: