SOMETIDOS A SEGUIR AL ESPÍRITU SANTO
Debemos caminar en sumisión total al Espíritu Santo, tal como Cristo caminó, en absoluta sumisión al Padre. Jesús testificó: “No puede el Hijo hacer nada por sí mismo, sino lo que ve hacer al Padre; porque todo lo que el Padre hace, también lo hace el Hijo igualmente” (Juan 5:19).
“No puedo yo hacer nada por mí mismo; según oigo, así juzgo; y mi juicio es justo, porque no busco mi voluntad, sino la voluntad del que me envió, la del Padre” (5:30).