CONSOLADOS POR DIOS
“En Jerusalén tomaréis consuelo” (Isaías 66:13).
¡Qué tal profecía! Este versículo habla del consuelo en la Iglesia, de cada miembro del cuerpo de Cristo amándose y nutriéndose el uno al otro. Es un cuadro del pueblo de Dios consolando las heridas los unos de los otros y participando de sus sufrimientos.