ACEPTOS

Gary Wilkerson

En la historia de la mujer sorprendida en adulterio que se cuenta en Juan 8, Jesús hizo acepta a la acusada. En lugar de rechazar a la mujer adúltera, cuya vida pendía de un hilo, Él la aceptó, y hace lo mismo por nosotros hoy. Toma a todo aquel que ha sido llevado al límite debido a su propio pecado y le dice: “Tú eres mío, estas justo en el centro del amor del Padre”.

UN MANDAMIENTO NUEVO

Carter Conlon

“Hijitos, aún estaré con vosotros un poco. Me buscaréis; pero como dije a los judíos, así os digo ahora a vosotros: A donde yo voy, vosotros no podéis ir. Un mandamiento nuevo os doy: Que os améis unos a otros; como yo os he amado, que también os améis unos a otros. En esto conocerán todos que sois mis discípulos, si tuviereis amor los unos con los otros” (Juan 13:33-35).

ORANDO POR TUS SERES QUERIDOS

David Wilkerson

No hace mucho tiempo, un joven pasó al frente en un servicio de oración en la iglesia “Times Square”, temblando y llorando. Él me dijo que era del estado de Washington, y que temprano esa misma noche había entrado de casualidad a nuestro servicio. Él había salido para ir a un concierto musical, pero luego salió del evento y regresó a la iglesia. Ahora quería oración y entonces le pregunté: “¿Tus padres son cristianos?” Él contestó: “Sí, señor. Ellos siempre están orando por mí”.

UN POCO DE LEVADURA

David Wilkerson

Pabló le preguntó a la iglesia en Galacia: “Vosotros corríais bien; ¿quién os estorbó para no obedecer a la verdad? Esta persuasión no procede de aquel que os llama. Un poco de levadura leuda toda la masa” (Gálatas 5:7-9).

UNA CONFIANZA SANTA

David Wilkerson

Era con confianza que Pablo podía decirle a la iglesia en Roma: “Y sé que cuando vaya a vosotros, llegaré con abundancia de la bendición del evangelio de Cristo” (Romanos 15:29). Él tenía una confianza santa en su caminar con Cristo. Él declaró: “Y por esto procuro tener siempre una conciencia sin ofensa ante Dios y ante los hombres” (Hechos 24:16).

LLENOS DE LA PLENITUD DE DIOS

David Wilkerson

“Y sé que cuando vaya a vosotros, llegaré con abundancia de la bendición del evangelio de Cristo” (Romanos 15:29). Pablo escribió estas palabras a los cristianos en Roma. Él les estaba diciendo: “No tengo duda de que cuando me encuentre con ustedes, será en la medida más plena de la bendición de Cristo”.

ESPECTADORES

Gary Wilkerson

Como familia de Dios, nos reunimos en iglesias para adorar, cantar, escuchar y dar. Pero si no tenemos cuidado, podemos llegar a ser espectadores cuando se trata de vivir como Jesús quiere que vivamos. A menudo, cuando vemos a personas en pecado, en lugar de ayudarles a salir de ello, albergamos una esperanza oculta de que ellos van a ser atrapados. Y cuando lo son, nos sentimos justificados, pensando: "Lo sabía. La vida de esa persona siempre parecía un poco extraña".

UN CLAMOR SIN VOZ

David Wilkerson

Justo antes de que Jesús sane al hombre sordo en Marcos 7, leemos: “y levantando los ojos al cielo, gimió…” (Marcos 7:34). La palabra para gimió aquí significa un gemido audible. Evidentemente, Jesús gesticuló y un gemido salió de su corazón. Por supuesto que el hombre no podía oírlo, porque era sordo, pero, ¿de qué se trata este gemido?

LENGUAJE DE SEÑAS

David Wilkerson

¿Cuál fue la primera cosa que Jesús hizo cuando le llevaron al hombre? “[Lo tomó] aparte de la multitud” (Marcos 7:33). Cristo supo inmediatamente lo que este hombre sordo quería. Él anhelaba su propio toque, su propia experiencia, no podía conformarse con algo que “ellos” habían encontrado. Tenía que ser real para él, quería que Jesús abriera sus oídos y libertara su lengua, y tenía que suceder entre Jesús y él.