¿Cuánto te Puedes Acercar?
Una de las primeras cartas a la iglesia fue de los apóstoles a los nuevos creyentes gentiles y, en ella, los autores decían: “Ha parecido bien al Espíritu Santo, y a nosotros, no imponeros ninguna carga más que estas cosas necesarias: que os abstengáis de lo sacrificado a ídolos, de sangre, de ahogado y de fornicación” (Hechos 15:28-29).