Fe Sobre Milagros
Llega un momento en que ciertas situaciones de la vida están más allá de la esperanza humana. No hay ningún abogado, ningún médico, ningún medicamento o cualquier otra cosa que pueda ayudar. La situación se ha vuelto imposible. Requiere un milagro o de lo contrario acabará en una devastación.
En tales momentos, la única esperanza que queda es que alguien llegue a Jesús. Esa persona tiene que asumir la responsabilidad de apoderarse de Jesús; y tiene que determinar: “No me iré hasta oír del Señor. Él tiene que decirme: Está hecho. Ahora sigue tu camino”.