Una Senda al Trono
Llorar no hará que entres a este lugar celestial. Estudiar, intentar o trabajar tampoco lo hará. No, el único camino a la vida del trono es por medio de un sacrificio vivo: “Presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional” (Romanos 12:1).