Luchando con la Carne
Como seguidores de Cristo, debemos tomar a Dios en su palabra y aceptar como verdad lo que dice sobre nosotros. Esto significa que nuestro “viejo hombre” representa a alguien que todavía busca ser visto como recto ante Dios debido a sus propias obras. La conciencia de un hombre así lo hace sentir culpable continuamente, pero en lugar de arrepentirse, se compromete a superar él mismo su problema de pecado. “¡Voy a cambiar! Comenzaré a luchar contra mi pecado que me asedia hoy, sin importar el costo. Quiero que Dios vea cuánto lo estoy intentando”.