Una Llama Menguante del Espíritu
En los días en que Elí ministraba al Señor, las Escrituras dicen: “La palabra de Jehová escaseaba en aquellos días; no había visión con frecuencia” (1 Samuel 3:1). A menudo, cuando esto sucede en nuestras vidas, rodeamos esa llama parpadeante con mucho humo y espejos para que se vea mejor de lo que es. Nuestras agendas se enfocan en todas estas cosas externas porque el fuego en el centro es muy pequeño y ya casi no puede dar luz o calor.