Los Peligros de la Gratificación Instantánea
George Müller (1805-1898) fue un evangelista y director de un orfanato en Inglaterra. Era un hombre de gran fe y cuando se le preguntó cómo podía lograr tanto con tan pocos recursos, él respondió: “La fe no opera en el ámbito de lo posible. No hay gloria para Dios en lo que es humanamente posible. La fe comienza donde termina el poder del hombre”.