Una Comunión Más Profunda con Dios
Enoc disfrutó de una estrecha comunión con el Señor. De hecho, su comunión con Dios fue tan íntima que el Señor lo trasladó a la gloria mucho antes de que su vida en la tierra hubiera terminado. “Por la fe Enoc fue traspuesto para no ver muerte, y no fue hallado, porque lo traspuso Dios; y antes que fuese traspuesto, tuvo testimonio de haber agradado a Dios” (Hebreos 11:5).