Alcanzando a los Perdidos A Través del Amor
Como testigos de Cristo, estamos llamados a una tarea aparentemente imposible. Le pedimos al mundo que rinda las cosas que le son más queridas: sus pecados. A sus ojos, el caminar cristiano, una vida de pureza y santidad, parece una forma de esclavitud. Nuestra idea del cielo les parece más como el infierno. Cuando nos escuchan hablar del Evangelio, es una ofensa a su estilo de vida. El Evangelio de Cristo los llama a arrepentirse de los pecados que aman, a arrepentirse de rechazar al Dios que murió por ellos en una cruz.