Despejando el Escenario de Nuestros Corazones

Gary Wilkerson

El libro de Apocalipsis nos brinda imágenes poderosas de ángeles adorando en la presencia de Dios. Se cubren el rostro mientras caen ante él clamando: “Santo, santo, santo es el Señor Dios Todopoderoso, el que era, el que es, y el que ha de venir” (Apocalipsis 4:8). Estos seres poderosos despejan el escenario en el cielo para Aquel que es alto, enaltecido y correctamente exaltado como el nombre sobre todo nombre.

El Dolor de Decidir sin Orar

Tim Dilena

Dejar a Dios fuera de tu toma de decisiones es peligroso y conduce a dificultades que podrían haberse evitado. En el Antiguo Testamento, vemos a Josué tomando una decisión que llevó a Israel a estar en guerra con enemigos a los que no habrían tenido que enfrentar si Josué hubiera sido más prudente.

Acceso al Padre A Través de Jesús

David Wilkerson (1931-2011)

“Porque yo vivo, vosotros también viviréis. En aquel día vosotros conoceréis que yo estoy en mi Padre, y vosotros en mí, y yo en vosotros” (Juan 14:19-20). Ahora estamos viviendo en “aquel día” del que habla Jesús; en resumen, debemos entender nuestra posición celestial en Cristo. Por supuesto, la mayoría de nosotros conocemos nuestra posición en él, que estamos sentados con él en lugares celestiales, pero sólo como un hecho teológico. Lo conocemos por experiencia.

Encuentra Tu Paz en el Espíritu Santo

David Wilkerson (1931-2011)

A veces, puede encontrarte preguntando: “¿Por qué estoy tan desanimado? ¿Por qué tengo todos estos miedos? Debes saber que esto siempre es un asunto del Espíritu Santo. Isaías dice que el Espíritu Santo reparte la paz y que no puede haber paz sin justicia. “El efecto de la justicia será paz; y la labor de la justicia, reposo y seguridad para siempre. Y mi pueblo habitará en morada de paz, en habitaciones seguras, y en recreos de reposo” (Isaías 32:17-18).

Fe en tus Tiempos de Angustia

David Wilkerson (1931-2011)

De todas las personas, los santos de Dios deberían ser ejemplos brillantes de lo que significa vivir en paz y triunfar en estos días de miedo. Él nos ha dado una promesa infalible para la vida en esta tierra, especialmente cuando el enemigo de nuestra alma trata de caminar sobre nosotros. “Mi pueblo sabrá mi nombre por esta causa en aquel día; porque yo mismo que hablo, he aquí estaré presente” (Isaías 52:6).

En otras palabras, Dios está diciendo: “Cuando estés en tu prueba más oscura, yo vendré y te darè una palabra. Me oirás decir: Soy yo, no tengas miedo”.

Siendo una Luz en un Mundo Oscuro

Gary Wilkerson

En su epístola a Tito, Pablo nos dejó poderosas instrucciones con respecto a la Gran Comisión de Cristo de predicar el evangelio. Él acababa de abandonar la isla de Creta, donde había enfrentado persecución; y cuando partió para evangelizar en otras ciudades, dejó atrás a Tito y algunos otros líderes.

La Paciencia de Dios para con los Burladores

David Wilkerson (1931-2011)

Increíblemente, a muchos les aterra el regreso repentino de Cristo. La sola idea de que sus vidas están llegando a su fin y de tener que enfrentar un día de juicio, es tan aterradora que la han puesto a un costado. ¿Cómo podría ser esto cierto para los creyentes? Según Pedro, sus vidas son determinadas “andando según sus propias concupiscencias” (2 Pedro 3:3).

La Fe Nacida en Aflicción

David Wilkerson (1931-2011)

La Biblia deja en claro que nuestras pruebas son orquestadas por Dios. Fue él quien permitió a los israelitas tener hambre y sed, a pesar de que siempre fue fiel a su Palabra y proveía milagrosamente a su pueblo. “Pidieron, e hizo venir codornices; Y los sació de pan del cielo.  Abrió la peña, y fluyeron aguas... Porque se acordó de su santa palabra” (Salmos 105:40-42).

Advertencias para la Iglesia

David Wilkerson (1931-2011)

En su camino a Jerusalén, el apóstol Pablo hizo una parada en Éfeso, donde convocó a una reunión especial de todos los líderes de la iglesia. Les dijo solemnemente a los creyentes de Efeso: “Esta es la última vez que los veré y este será mi mensaje final a ustedes” (ver Hechos 20:25).

En su último mensaje a los efesios, Pablo les dijo, en esencia: “He estado con ustedes antes y ustedes saben lo que defiendo. Les he servido con humildad y lágrimas. He predicado en su iglesia y de casa en casa, todo bajo grandes pruebas y persecución. Y no les he ocultado nada”.