Creyendo que Jesús Suplirá Nuestras Necesidades
Imagina que has presenciado sanidad tras sanidad, milagro tras milagro, una maravilla increíble tras otra. Estarías de rodillas alabando a Dios, ¿no es así? Probablemente te dirías a ti mismo: “Nunca más dudaré del poder sanador y milagroso de Cristo. De ahora en adelante, practicaré una fe inquebrantable en mi vida, pase lo que pase”.