De la Cima de la Montaña al Valle

David Wilkerson (1931-2011)

“Y extendió Moisés su mano sobre el mar, e hizo Jehová que el mar se retirase por recio viento oriental toda aquella noche; y volvió el mar en seco, y las aguas quedaron divididas. Entonces los hijos de Israel entraron por en medio del mar, en seco, teniendo las aguas como muro a su derecha y a su izquierda” (Éxodo 14:21-22).

Un Cántico de Ánimo en los Días Oscuros

David Wilkerson (1931-2011)

“He aquí, Jehová vacía la tierra y la desnuda, y trastorna su faz” (Isaías 24:1). El profeta Isaías nos advierte que en los últimos días Dios va a “trastornar el mundo”. Según esta profecía, el juicio repentino vendrá sobre la tierra y cambiará todo en una sola hora. Dentro de ese breve lapso, el mundo entero será testigo de una rápida destrucción sobre una ciudad y una nación, y el mundo nunca volverá a ser el mismo.

El Señor Anhela Moverse en Tu Vida

David Wilkerson (1931-2011)

¡Jesús estaba realizando milagros asombrosos! Expulsó a una legión de demonios de un endemoniado; una mujer fue sanada instantáneamente de una hemorragia que la había atormentado durante años; una niña de doce años, hija de un gobernante judío, fue resucitada de entre los muertos. Siempre que Jesús realizaba obras tan poderosas, él les decía a los que libraba: “Tu fe te ha salvado” (Marcos 5:34; 10:52; Lucas 7:50; 8:48; 17:19; y 18:42).

Fronteras de Prejuicio

David Wilkerson (1931-2011)

“Clemente y misericordioso es Jehová, lento para la ira, y grande en misericordia. Bueno es Jehová para con todos, y sus misericordias sobre todas sus obras” (Salmos 145:8-9).

Si te preguntan si eres una persona misericordiosa, probablemente responderías: “Yo creo que soy misericordioso. En mi mayor esfuerzo, simpatizo con los que sufren. Intento ayudar a los demás y cuando la gente me lastima, los perdono y no les guardo rencor”.

Buscando la Sabiduría de Dios

David Wilkerson (1931-2011)

“La reina del Sur se levantará en el juicio con esta generación, y la condenará; porque ella vino de los fines de la tierra para oír la sabiduría de Salomón, y he aquí más que Salomón en este lugar” (Mateo 12:42).

La reina de Saba estaba muy angustiada en su alma por todas las grandes preguntas de la vida acerca de Dios, el futuro, la muerte; y anhelaba respuestas. Sin embargo, no había suficiente riqueza, fama o consejo que pudiera responder al clamor de su alma. Y luego, oyó del rey Salomón, el hombre más sabio que jamás haya existido.

Tu Posición en Cristo

David Wilkerson (1931-2011)

En Juan 14, Jesús nos dice que es hora de que conozcamos nuestra posición celestial en él. Él explicó a los discípulos: “Porque yo vivo, vosotros también viviréis. En aquel día vosotros conoceréis que yo estoy en mi Padre, y vosotros en mí, y yo en vosotros” (Juan 14:19-20). Estamos ahora viviendo en “aquel día” del que hablaba Jesús. En resumen, debemos comprender nuestra posición celestial en Cristo.

Teniendo la Mente de Cristo

Gary Wilkerson

Aunque podemos ser libres de condenación, nunca seremos totalmente libres de batallas mentales. Como señala Pablo, esta es simplemente la naturaleza del mundo espiritual en el que nos movemos. “Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes” (Efesios 6:12).

Olas Grandes y Fe Pequeña

Tim Dilena

¿Cómo adoras cuando el temor intenta apoderarse de tu corazón? Para tener una idea más clara, mira a los discípulos cuando estaban en una tormenta y Jesús estaba allí con ellos.

“Y entrando él en la barca, sus discípulos le siguieron. Y he aquí que se levantó en el mar una tempestad tan grande que las olas cubrían la barca; pero él dormía. Y vinieron sus discípulos y le despertaron, diciendo: ¡Señor, sálvanos, que perecemos!” (Mateo 8:23-25).

Un Vistazo al Cielo

David Wilkerson (1931-2011)

¿Dónde está el cielo ¿Qué haremos cuando lleguemos? Bueno, no sabemos dónde está el cielo, pero sí sabemos que se acerca un cielo nuevo, así como una tierra nueva.

En el cielo, aprenderemos cosas que simplemente no puede contener la mente humana aquí en la tierra. Tendremos acceso a la mente del mismo Cristo, que es ilimitada. E indudablemente nos enseñará sobre todas las cosas eternas.