Dios No Te Fallará en la Crisis
Sin lugar a dudas, esta generación ha tomado el pecado de la incredulidad demasiado a la ligera y en este momento, estamos viendo los trágicos resultados. Muchos creyentes están en depresión e ansiedad; por supuesto, algunos sufren por razones físicas, pero muchos otros sufren por su condición espiritual, a menudo provocada por la incredulidad.