Sufriendo, pero Gozosos
Cuando andamos en el Espíritu, cuando el Espíritu Santo nos controla, él produce gozo en nuestras vidas, así como amor. Lucas describió que Jesús “se regocijó en el Espíritu” (Lucas 10:21). Todo gozo proviene del Espíritu Santo. No podemos fabricarlo, materializarlo o hacer que suceda por nuestra cuenta.