CUANDO JESÚS ENTRA EN ESCENA
Leemos en el libro de Marcos que un padre angustiado llevó a su hijo endemoniado a los discípulos de Jesús en busca de liberación. El muchacho no estaba simplemente turbado o rebelde, sino que estaba lleno de espíritus malignos que controlaban cada una de sus acciones. Su situación era bien conocida en toda la región y se lo consideraba absolutamente imposible. Sordo y mudo, él sólo emitía sonidos guturales. Físicamente estaba demacrado; y su padre tenía que agarrarlo continuamente porque los demonios trataban de arrojarlo al río, al lago o al fuego más cercano.