ÉL HACE A LOS DÉBILES, OSADOS COMO LEONES
El rey David quería edificar el templo en Jerusalén y crear una magnífica edificación para Dios, pero el Señor le dijo que no sería él quien lo haría. En lugar de ello, el Señor escogió a su hijo Salomón. Todos los funcionarios de Israel se reunieron en Jerusalén y David anunció el plan de Dios. “[Dios] me ha dicho: Salomón tu hijo, él edificará mi casa y mis atrios” (1 Crónicas 28:6).