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Devocionales en Español

NO HALLANDO TROPIEZO EN JESÚS

David Wilkerson (1931-2011)

Tentar al Señor comienza cuando Dios permite que una crisis en nuestras vidas se intensifique. ¿Por qué lo hace? ¿Qué está buscando? ¡Nuestro Señor permite que esto suceda para que él pueda alcanzar las últimas raíces de nuestra incredulidad! Su Espíritu va a todas las habitaciones de nuestro corazón, buscando las cosas más condenables: orgullo, autosuficiencia y todo lo demás que obstaculiza su plenitud en nosotros.

EL ÚNICO LUGAR SEGURO

David Wilkerson (1931-2011)

A lo largo de la historia, las personas han creído que podían manejar cualquier calamidad lo suficientemente bien sin tener fe en Dios. El profeta Isaías escribió que tales burladores se jactan: “Cuando pase el turbión del azote, no llegará a nosotros” (Isaías 28:15). Isaías llama a estas personas espiritualmente ciegas (ver Isaías 26:11); en otras palabras, no atribuirán ninguna calamidad a la obra de Dios. En lugar de ello, actuarán como si Dios no estuviera en el cielo en absoluto.

UNA LIBERTAD GLORIOSA DEL TEMOR

David Wilkerson (1931-2011)

Las condiciones en el mundo de hoy hacen que aumente el miedo. Estamos presenciando las palabras de Jesús: “En la tierra angustia de las gentes, confundidas ... desfalleciendo los hombres por el temor y la expectación de las cosas que sobrevendrán en la tierra; porque las potencias de los cielos serán conmovidas” (Lucas 21:25-26). Cristo nos está advirtiendo: “Sin esperanza en mí, multitudes de personas literalmente van a morir de miedo”.

EL DIABLO HUYE CUANDO TÚ VAS HACIA JESÚS

David Wilkerson (1931-2011)

Como seguidores de Jesucristo, debemos estar constantemente conscientes de que el diablo quiere destruirnos. Por lo tanto, dice Pablo, necesitamos conocer todo lo que podamos acerca de las tácticas y los planes del enemigo, “para que Satanás no gane ventaja alguna sobre nosotros; pues no ignoramos sus maquinaciones” (2 Corintios 2:11).

JESÚS, NUESTRO MODELO A SEGUIR EN LA ORACIÓN

Gary Wilkerson

“Y saliendo, se fue, como solía, al monte de los Olivos; y sus discípulos también le siguieron. Cuando llegó a aquel lugar, les dijo: Orad que no entréis en tentación. Y él se apartó de ellos a distancia como de un tiro de piedra; y puesto de rodillas oró, diciendo: Padre, si quieres, pasa de mí esta copa; pero no se haga mi voluntad, sino la tuya. Y se le apareció un ángel del cielo para fortalecerle. Y estando en agonía, oraba más intensamente; y era su sudor como grandes gotas de sangre que caían hasta la tierra.

EVITANDO UNA VIDA DE LAMENTOS

Jim Cymbala

Valentía espiritual: La gran necesidad para muchos de nosotros hoy. Es posible que hayamos escuchado excelentes enseñanzas y leído múltiples traducciones de la Biblia. Pero lo que tenemos que hacer es “despertar” la obra del Espíritu dentro de nosotros. Debemos entregarnos nuevamente a Dios en oración, lectura de la Biblia y una nueva entrega al Espíritu Santo. También debemos apartarnos de los pensamientos, palabras y acciones que impiden el fluir del Espíritu. La Escritura dice: “Acercaos a Dios, y él se acercará a vosotros” (Santiago 4:8).

EL ALTAR FAMILIAR

David Wilkerson (1931-2011)

Una queja entre los cristianos de todo el mundo es: “¡No puedo encontrar una buena iglesia en ninguna parte! Necesito un lugar donde mi familia pueda ser ministrada y donde mis hijos puedan crecer conociendo la verdadera rectitud”.

Demasiados pastores están constantemente probando cosas nuevas en la iglesia: nuevos métodos de evangelismo, nueva música, nuevos “avivamientos”. Hay tanto escándalo y necedad, todo tipo de distracciones del evangelio.

TRANSFORMADOS A SU IMAGEN

David Wilkerson (1931-2011)

La Escritura dice claramente que es posible que cada verdadero seguidor de Jesús vea y entienda la gloria de Dios. De hecho, nuestro Señor revela su gloria a todos los que piden y buscan de ella diligentemente. Creo que la revelación de la gloria de Dios equipará a su pueblo para soportar los días peligrosos que le esperan.

La gloria de Dios no es una manifestación física o un sentimiento de éxtasis que te embarga. Tampoco es una especie de aura sobrenatural o luz angelical que irrumpe. En pocas palabras, ¡la gloria de Dios es una revelación de su naturaleza y de sus atributos!