ENSÉÑANOS A ORAR
Mientras los discípulos viajaban con Jesús, notaron que él oraba con frecuencia. No era extraño para él, el orar por largos períodos de tiempo en la mañana, antes del amanecer. Algunas veces pasaba todo el día orando; otras veces oraba durante toda la noche.
Jesús era lo que las Escrituras llaman “un intercesor”. Él intercedió, lo que significa que se puso entre Dios y el hombre para traer a la tierra bendiciones del cielo. Mientras estuvo en la tierra, él fue el Intercesor Divino, Dios entre nosotros, intercediendo en nuestro favor. A él le encantaba interceder.