¿DESEAS QUE DIOS TE USE?
Estos son tiempos en los que alguien, o quizás muchas personas, se dan cuenta de la voluntad de Dios de restaurar y sanar. Ellos entienden su voluntad de llevarnos, no en nuestra fuerza, sino en nuestra debilidad. Después de todo, las Escrituras no nos dicen que vayamos al trono de Dios cuando somos fuertes; más bien, debemos venir cuando somos débiles. “Acerquémonos, pues, confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro” (Hebreos 4:16).