ORA ANTES DE LA CRISIS
Cuando Jesús anduvo sobre la tierra, él se hizo accesible a la población en general. Enseñaba en sinagogas, en laderas y en barcos; sanando a los enfermos y haciendo milagros. Alzaba la voz en las fiestas, gritando: “¡Yo soy el agua viva! Ven a mí y saciaré tu alma sedienta”. Cualquiera podía acercarse a él y ser saciado. Pero la invitación de nuestro Señor fue ignorada en su mayoría.