LOS OJOS DEL CORAZÓN

Jim Cymbala

Es posible encontrar un creyente relativamente nuevo en las montañas del Perú que entienda más sobre la Biblia que un doctorado en teología. De hecho, ese peruano sin educación puede no sólo saber más acerca de la Biblia, sino que también puede conocer al Señor de una manera que el erudito griego o hebreo no le conoce.

Recuerda, fue Jesús quien se alegró y dijo:

“Yo te alabo, oh Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque escondiste estas cosas de los sabios y entendidos, y las has revelado a los niños” (Lucas 10:21, cursivas añadidas).

NO TE HAN OLVIDADO

David Wilkerson

Tanta angustia. Tanta aflicción. Tanta pena causada por enfermedades, dolencias y desastres. Tantos creyentes dolidos. Tantas personas pasando por crisis financieras.

La Biblia nos dice, “Muchas son las aflicciones del justo” (salmos 34:19). Sin embargo, la segunda parte de este verso cambia enteramente el significado: “Pero de todas ellas le librará Jehová”.

EN SU PRESENCIA

David Wilkerson

Mientras reflexiones continuamente en la Escritura y tengas comunión con Él en oración y adoración, serás cada vez más como Jesús. Y mientras veas cuán amoroso y misericordioso es Él para contigo, confiarás más y más en que Él te hará atravesar todas tus pruebas. Su Palabra lo dice claramente: “Los ojos de Jehová contemplan toda la tierra, para mostrar su poder a favor de los que tienen corazón perfecto para con él” (2 Crónicas 16:9).

Búscale con todo tu corazón y desea Su presencia diariamente en tu vida. Entonces conocerás y experimentarás Su increíble gloria.

LA REVELACIÓN DE LA GLORIA DE CRISTO

David Wilkerson

Quizás te preguntes por qué Moisés buscó con tanta desesperación una visión de la gloria de Dios. Yo creo que la razón se encuentra en este versículo: 

“Allí me reuniré con los hijos de Israel; y el lugar será santificado con mi gloria” (Éxodo 29:43, énfasis añadido).

La palabra “santificado” significa “hecho limpio”. Dios estaba diciendo: “Mientras tú me adores, me reuniré contigo y te daré Mi presencia. Y cuando estés en Mi presencia, te revelaré Mi gloria. Ésta te levantará por encima de todas tus circunstancias”.

DIOS QUIERE ABRIR NUESTROS OJOS

David Wilkerson

Algunos pueden preguntar: “¿Qué de la increíble experiencia de los discípulos en el Monte de la Transfiguración? ¿No fue esa una manifestación de la gloria de Dios? Hubo una luz imponente y la aparición milagrosa de Moisés y Elías”.

En ese momento increíble, la gloria de Dios no estaba en Moisés o Elías, ni en la luz espectacular. Más bien, su gloria radiante estaba en Jesús:

ARREGLANDO LAS COSAS CON DIOS

Carter Conlon

Hoy te suplico -como pastor, como padre, como hermano- que te acerques a Dios. A veces me siento como Noé, parado afuera de un lugar de total seguridad mientras la gente pasa indiferente. En los días de Noé, muchos de los que lo escuchaban podrían incluso haber estado de acuerdo con él, pero aún así se negaron a apartarse de sus propios caminos y seguir a Dios. Sin embargo, tú y yo debemos darnos cuenta de que no seremos capaces de permanecer firmes en los días que vienen si no nos comprometemos plenamente a obedecer al Señor. Como dice la Escritura:

UNA REVELACION DE SU GLORIA

David Wilkerson

Es algo maravilloso pasar tiempo de calidad con el Señor. Dios promete que a medida que buscas tener más intimidad con él, su presencia brillará en tu vida, obrando su orden divino a tu alrededor. Sin embargo, algo aún mayor sucederá: La búsqueda continua de la presencia de Dios te llevará a una revelación de la gloria de Cristo.

Moisés buscaba a Dios porque quería una manifestación de la presencia del Señor: “…para que te conozca…” (Éxodo 33:13). Y Dios le contesto así: “…Mi presencia irá contigo, y te daré descanso.” (33:14).

LA PRESENCIA DE DIOS EN EL DESIERTO

David Wilkerson

Cuando falta la presencia de Dios, todo se desajusta, sin ley, sin dirección y sin enseñanza piadosa. Cada uno vive en su propia ley, haciendo como le parece. Esta es una imagen de muchos hogares cristianos en la actualidad: todo está fuera de orden, sin paz y sin descanso, cada uno hace lo que le place. El Señor en su misericordia se duele al ver tal desorden.

TU TIEMPO CON ÉL

David Wilkerson

El rey Asa había dirigido los ejércitos de Judá a una victoria milagrosa contra el ejército de un millón de hombres de Etiopía. Luego testificó que fue la presencia de Dios la que dispersó al enemigo:

“Y clamó Asa… ¡Oh Jehová, para ti no hay diferencia alguna en dar ayuda al poderoso o al que no tiene fuerzas! Ayúdanos…porque en ti nos apoyamos, y en tu nombre venimos contra este ejército…Y Jehová deshizo a los etíopes delante de Asa” (2 Crónicas 14:11-12).