LA ÚNICA SOLUCIÓN
Por la forma en que Pablo escribe a la iglesia de Corinto, es fácil de asumir que estaba llena de conductas pecaminosas. Sin embargo, la verdad es que ellos habían sido grandemente inundados con dones del Espíritu Santo. De hecho, es gracias a los Corintios que sabemos acerca de los dones del Espíritu; la carta de Pablo a ellos demuestra cuán poderosamente estos dones estaban operando en ellos. Pero aunque los Corintios tenían un gran conocimiento de las cosas de Dios, les faltaba el amor que Jesús demanda de nosotros. Pablo los reprende duramente en este punto: