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Devocionales en Español

INÚTILES SIN EL ESPIRITU SANTO

Jim Cymbala

El mundo está lleno de libros acerca de Dios el Padre quien creó el universo, y se han escrito más libros acerca de Jesús el Hijo de Dios que de cualquier otra persona que haya caminado jamás en este planeta. Pero ¿No resulta interesante que se hayan escrito muchos menos libros acerca de Dios el Espíritu Santo?

ENTRANDO EN LA TIERRA PROMETIDA

David Wilkerson

“Y vemos que no pudieron entrar a causa de incredulidad” (Hebreos 3:19). Solo un pecado impedía la entrada de Israel a la tierra prometida.

Canaán representa un lugar de reposo, paz, fruto, seguridad, plenitud y satisfacción, todo lo que un creyente anhela. Es también un lugar donde el Señor habla claramente a su pueblo, dirigiéndolos: “Este es el camino, andad en él.” Pero Israel no pudo entrar en la Tierra Prometida a causa de un pecado.

SIN UNA REVELACIÓN FRESCA

David Wilkerson

Lucas 1 incluye uno de los casos mas reveladores de la gravedad de la incredulidad. Recuerda la historia del piadoso Zacarías, el padre de Juan el Bautista. Zacarías era un fiel sacerdote que sufrió a causa de un episodio de incredulidad. Su historia ilustra en forma precisa cuan seriamente Dios toma este pecado.

EN NUESTRO TIEMPO DE NECESIDAD

David Wilkerson

“Acerquémonos, pues, confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro” (Hebreos 4:16).

¿Cuál es nuestro “tiempo de necesidad”? Es cuando le hemos fallado a nuestro bendito Señor. En el momento en que pecamos, necesitamos de gracia y misericordia, y Dios nos invita a venir confiadamente a su trono, con valentía, para recibir todo lo que necesitamos. No debemos venir ante él solo cuándo nos sentimos justos o santos, tenemos que venir cada vez que estamos en necesidad.

ESCONDIÉNDONOS DE DIOS

David Wilkerson

El pecado nos hace querer ocultarnos de la presencia de Dios. Aquí está la esencia de la incredulidad entre los cristianos: Cuando nosotros pecamos, fallándole a Dios, tendemos a huir de su presencia. Pensamos que Él está demasiado enojado para querer estar en contacto con nosotros. ¿Cómo podría querer relacionarse con nosotros, cuando hemos pecado tan gravemente?

CRUZANDO

Gary Wilkerson

Con los años, muchos cristianos sinceros empiezan a vacilar en su fe, tal vez debido a la profunda decepción en una experiencia previa. Para dar un paso adelante en la fe, ellos deben "cruzar" esa decepción, confiando en Dios de una manera nueva.

Tal vez estás confiando en Dios por una bendición para tu familia o los niños. O bien, estás creyéndole por un determinado ministerio a cumplirse en tu vida. Quizás estás buscando a Dios por libertad de una esclavitud reincidente o deseas ser libre de alguna lucha interior que te impide confiar en Él.

PARA NO OFENDERLES

Carter Conlon

"Sin embargo, para no ofenderles, ve al mar, y echa el anzuelo, y el primer pez que saques, tómalo, y al abrirle la boca, hallarás un estatero; tómalo, y dáselo por mí y por ti" (Mateo 17:27).

Aunque Jesús acababa de explicar que en realidad estaban exentos de pagar los impuestos del templo, le dice a Pedro: “Para no ofenderles”. En otras palabras, no sea que nuestro testimonio sea menoscabado a sus ojos; no sea que ellos nos apunten con el dedo en la calle y digan: “¡Ladrones! ¡No pagan el impuesto del templo!”.

EL IMPACTO DE LA ALABANZA

David Wilkerson

En Daniel 3, se nos da un ejemplo poderoso del poder de la alabnza durante un tiempo de aflicción en el relato de los tres jóvenes hebreos, a quienes el Rey Nabucodonosor arrojó en el horno de fuego. Estos hombres no estaban siendo probados por su fe; el hecho es, que su fe los puso allí. El Señor claramente estaba detrás de otra cosa. Piensa en ello: los babilonios paganos no estaban influenciados por sus oraciones o sus predicas. No estaban impresionados por su sabiduría y conocimiento ni por sus vidas santas.

EL HORNO DE LA AFLICCIÓN

David Wilkerson

“Si es que padecemos juntamente con él, para que juntamente con él seamos glorificados. Pues tengo por cierto que las aflicciones del tiempo presente no son comparables con la gloria venidera que en nosotros ha de manifestarse” (Romanos 8:17-18). El apóstol Pablo está diciendo que en comparación a la luz de la gloria que le espera, ¿qué es su prueba?

UNA ESCUELA DE ADORACIÓN

David Wilkerson

¿Cómo sacó Dios a los hijos de Israel de Egipto? Tuvo que ponerlos en un horno de sufrimiento para llevarlos al punto donde clamaran: “¡Basta de esto! Ya no quiero estar aquí”. Entonces, cuando llegó la hora en que Dios dijera: “Vayan”, estaban listos para desarraigarse y moverse a Su Tierra Prometida.

Dios nos ayude a separarnos del espíritu materialista de este siglo y a transferir todo nuestro afecto a la Nueva Jerusalén.