Dios sabe que Satanás va a ser desatado sobre la tierra durante su última hora, y el Señor quiere guerreros bien entrenados, ¡así que ahora mismo está preparando a su pueblo mediante entrenamiento para crisis!

¡Dios está buscando a aquellas personas que están ávidas de sus bendiciones y presencia, no para usarlas en beneficio propio sino para ser usadas por Él para ayudar a otros!

El único control que el diablo puede tener sobre los hijos de Dios es el temor. Cada uno de nosotros debemos sacudirnos de él en la fe y confiar en el poder y la bondad de nuestro Padre celestial.

Los creyentes debemos pedirle a Dios que restablezca nuestros pensamientos y acciones para que estén en armonía con el corazón del Señor. Que nuestras palabras traigan paz, orden y buena salud a las vidas en las que influimos.

¡No dejes que tus fracasos y tu confusión interior te depriman! Sigue el ejemplo del apóstol Pablo en sus cartas a la iglesia y usa cada tropiezo para impulsarte hacia Dios.

Desde las cartas de Pablo a la iglesia primitiva hace 2000 años hasta nosotros hoy, el potencial de Dios es inmutable e ilimitado para aquellos que lo invitan a sus vidas.

Cuando dispones tu corazón para caminar irreprensiblemente delante de Dios y agradarlo, serás temido y despreciado por aquellos que han perdido su favor y bendición. Los cristianos tibios o transigentes se sentirán absolutamente perturbados y repelidos por tu vida.

Dios le da un buen nombre al justo para que lo use para glorificarlo en mayor medida, por eso debemos buscar ser conocidos por una vida ejemplar que glorifique a Dios.

Pablo siempre estuvo consciente de que Dios lo estaba observando y controlando sus motivos, y nos da tres ejemplos de cómo es la vida de un creyente irreprochable.

Lo que distingue el caminar intachable del pueblo de Dios del de aquellos que se han apartado es un deseo consumidor de honrar el nombre de Jesús ante todos los pueblos.