¡Una lengua suelta hace que nuestra religión sea inútil! Puede hacer que la actividad espiritual y los logros de un creyente para el reino de Dios sean inútiles a sus ojos.

Sólo Cristo es la paz, la confianza y el contentamiento del cristiano. Experimentamos un gran contentamiento cuando vemos al Señor en gloria llamándonos a su dulce presencia.

En las Escrituras, la tierra seca es un camino hacia Dios. Los creyentes que están en este terreno no están retrocediendo; tu tierra seca es el plan del Señor, su obra en tu vida, su lugar para los milagros.

Dios nunca se da por vencido con nadie que le pertenece y se ha extraviado. En lugar de ello, él sale a buscar esa oveja, la abraza y la trae de regreso al redil.

Hay pecados en todas nuestras vidas que Dios está señalando y quiere quitarlos de nuestro corazón y carácter. Este proceso puede ser difícil, pero vale la pena.

¿Por qué tantos cristianos cuyas almas están eternamente seguras no logran experimentar la vida abundante que Dios ha prometido a los que creen?

Puedes llegar a lo que consideras tu punto de ruptura, pero sobrevivirás y vivirás para contar su fidelidad si no endureces tu corazón sino que confías en su amor eterno.

Es posible que se avecinen acontecimientos abrumadores que no puedas comprender, pero Dios quiere ayudarte a superar todo esto. Él no se da por vencido con sus hijos cuando tropiezan.

Una de las trampas más efectivas de Satanás para robar la paz a los cristianos es convencerlos de que deben esforzarse en la carne para agradar a Dios.

La Biblia nos instruye a dejar de preocuparnos, acudir a Dios con oración y súplica, y darle gracias. Sin embargo, sólo nos promete la paz de Dios a cambio, no necesariamente respuestas.