Encontrando a Dios en el Horno
En el libro de Daniel, tres hombres hebreos fueron al fuego con sus cuerpos ya muertos para el mundo. “Respondieron al rey Nabucodonosor, diciendo: No es necesario que te respondamos sobre este asunto. He aquí nuestro Dios a quien servimos puede librarnos del horno de fuego ardiendo; y de tu mano, oh rey, nos librará. Y si no, sepas, oh rey, que no serviremos a tus dioses, ni tampoco adoraremos la estatua que has levantado.” (Daniel 3:16-18). Ellos pudieron ofrecer sus cuerpos con alegría como sacrificios vivos y Jesús literalmente los encontró en su crisis.