Llamados desde Antes de la Creación

David Wilkerson (1931-2011)

El apóstol Pablo dice de Dios: “Quien nos salvó y llamó con llamamiento santo, no conforme a nuestras obras, sino según el propósito suyo y la gracia que nos fue dada en Cristo Jesús antes de los tiempos de los siglos” (2 Timoteo 1:9).

Toda persona que está “en Cristo” ha sido llamada por el Señor. Todos tenemos el mismo mandato: escuchar la voz de Dios, proclamar su Palabra, no temer nunca al hombre y confiar en el Señor ante toda prueba imaginable.

La Misma Fe

David Wilkerson (1931-2011)

Jesús dijo: “No temáis, manada pequeña, porque a vuestro Padre le ha placido daros el reino” (Lucas 12:32). ¿Dios quiere darme un reino? ¿Dónde está?

“El reino de Dios no vendrá con advertencia, ni dirán: Helo aquí, o helo allí; porque he aquí el reino de Dios está entre vosotros” (Lucas 17:20-21). Es algo que tú posees en tu hombre interior. ¡Es una vida liberada!

La Escritura también dice: “Queda un reposo para el pueblo de Dios. Porque el que ha entrado en su reposo, también ha reposado de sus obras, como Dios de las suyas” (Hebreos 4:9-10).

Arreglando la Raíz, No el Fruto

Gary Wilkerson

Uno de mis amigos cercanos se sentía muy enfermo, así que fue al médico. El médico le hizo un par de pruebas, las miró y dijo: “Bueno, aquí está tu problema. Tu colesterol y presión arterial son extremadamente altos. Te voy a recetar un medicamento”.

Mi amigo le preguntó: “Dame tres meses antes de recurrir a la medicina. Voy a empezar a comer bien y hacer ejercicio, luego volveré. Si mi colesterol y mi presión arterial no han bajado, puede darme esas recetas”.

La Vida Liberada

David Wilkerson (1931-2011)

Siglos antes del nacimiento de Cristo, Isaías profetizó que Dios enviaría un libertador que liberaría a la humanidad. Jesús mismo se paró en una sinagoga judía un sábado y le recordó al mundo esta profecía.

La Verdad Sobre la Fe

David Wilkerson (1931-2011)

Supongamos que uno de mis hijos queda atrapado en una trampa para osos en el bosque y yace herido y sangrando, pidiendo ayuda a gritos. Como su padre, ¿me detengo a analizar la calidad de su fe? ¿Me hago la pregunta: "¿Mi hijo tiene suficiente fe en mí para confiar en que iré a rescatarlo?" ¡Mil veces no! Yo correría al lado de mi hijo, sin hacer preguntas, porque me motiva el amor de un padre por un niño que sufre. Su fe no me motiva. No es nada que él haga en absoluto; es simplemente mi amor por él.

A Punto de Tirar la Toalla

David Wilkerson (1931-2011)

Hoy, me impresionó hablarles a aquellos que se están doblegando emocional e intelectualmente bajo una carga demasiado pesada para llevar. Las promesas de Dios no parecen estar funcionando para ti o tu familia. Has tratado de agradar a Dios; oras; realmente lo amas, pero ahora estás al final de tu fuerza y resistencia. Tus pruebas aumentan a medida que te aferras a tu fe. Te parece que Dios guarda silencio con respecto a ti.

La Salida Para la Desesperación

David Wilkerson (1931-2011)

He conocido a grandes cristianos que han experimentado una prueba tan oscura y profunda que la vida misma parecía casi no valer la pena vivirla. En su hora más oscura, Jeremías descubrió una gloriosa verdad que trajo nueva esperanza y seguridad a su mente. Era algo que ya sabía acerca de Dios, pero no había tocado su alma hasta que llegó al final de sí mismo. ¡Él descubrió que en el fondo, Dios estaba allí! Cuanto más abajo descendía, más Dios podía ser descubierto.

Teniendo el Sentir de Cristo

Gary Wilkerson

El alma, dice la mayoría de los expertos, es tu mente, tus emociones y tu voluntad. También podrías tomarlo como pensamientos, sentimientos y acciones. Muchos cristianos oyen un sermón que dice: “Actúa así”, e intentarán cambiar su comportamiento. Sin embargo, sus pensamientos y sentimientos no van por el mismo camino. A esto se refería Santiago cuando escribió: “Pero pida con fe, no dudando nada; porque el que duda es semejante a la onda del mar, que es arrastrada por el viento y echada de una parte a otra” (Santiago 1:6-8).

La Viga en Nuestro Propio Ojo

Claude Houde

“¿Y por qué miras la paja que está en el ojo de tu hermano, y no echas de ver la viga que está en tu propio ojo? ¿O cómo dirás a tu hermano: Déjame sacar la paja de tu ojo, y he aquí la viga en el ojo tuyo? ¡Hipócrita! saca primero la viga de tu propio ojo, y entonces verás bien para sacar la paja del ojo de tu hermano” (Mateo 7:3-5).